POLÍTICA ELECCIONES
¿Dónde se juegan las gallegas?
Todo apunta a una victoria amplia del PP, pero está en duda que pueda revalidar de nuevo la mayoría absoluta
Los nacionalistas del BNG aspiran a llegar a la Xunta con respaldo socialista, con la posibilidad de que Democracia Ourensana pueda ser clave para decantar la balanza
El PP de la era post-Feijóo se enfrenta hoy a las urnas con la esperanza de revalidar su mayoría absoluta, aunque por la mínima. Los populares gallegos, liderados por Alfonso Rueda, según la última encuesta DYM, retendrían el Gobierno en Galicia mientras el BNG se asentaría como segunda fuerza a costa del PSOE. Desde 1989, el Partido Popular ha tenido mayoría absoluta en todas las elecciones gallegas, con excepción del año 2005, cuando se quedaron a tan solo un escaño. Ahora, todo apunta a que volverán a ganar los comicios. La duda radica en si lograrán una mayoría suficiente para poder gobernar.
A Coruña y Pontevedra juegan un papel fundamental, ya que son las provincias que más votos aglutinan y donde “Sumar podría arañar votos”. Según los datos del INE, A Coruña, por ejemplo, suma casi 1,1 millones de electores, el 40% de Galicia, y reparte 25 de los 75 escaños en juego. Pontevedra, por su parte, ronda los 900.000 electores. Entre las dos hacen prácticamente el total de la comunidad. Ourense y Lugo aglutinan por su parte menos votos, pero ambas provincias también podrían ser determinantes. En Ourense, donde hay 346.884 electores, Democracia Ourensana podría tener la llave de la gobernabilidad de la mano de su candidato, el alcalde Gonzalo Pérez Jácome. Según la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el partido regionalista podría conseguir un escaño. Y dado el ajustado resultado que se prevé hoy, según la mayoría de las encuestas, ese escaño podría ser determinante para que el PP llegue a conformar una mayoría. “El diablo es malísimo, pero yo pactaré con el diablo si con ello consigo el cielo para Ourense”, ha llegado a manifestar Jácome.En la provincia de Lugo, con tan solo 338.000 electores, un 12,5% del censo, el PP consiguió más de la mitad de los votos en las elecciones de 2020, llegando así a su noveno diputado. Algo que en esta ocasión será difícil de repetir. “Galicia siempre ha sido un feudo del PP porque ha tenido un Gobierno fuerte. Además, siempre ha estado aislada un poco de España, incluso de la más profunda, y eso ha provocado que haya sido fácil mantener un liderazgo durante muchos años, incluso con una misma persona”, explica Víctor Renobell, director del grado de Ciencias Políticas en la UNIR y doctor en Sociología. Además desgrana que “ahora coincide que se ha ido ese líder de siempre y que el propio partido que representaba ya no tiene tanta presencia como podía tener antes”. El PP aglutina el voto conservador, algo que no sucede con la izquierda, que se reparte, en mayoría, los votos entre BNG y PSdeG, ahora también entre Sumar y Podemos. “El papel que juegan Podemos y Sumar no parece que sea significativo en Galicia”, afirma Renobell. “Las propias leyes electorales hacen que los partidos más mayoritarios tengan más representación y la ruptura que ha habido en Podemos va a hacer que cueste mucho reagrupar votos como en otras elecciones”, apunta. De ahí que Renobell crea que la presencia del PP seguirá siendo fuerte pese a no conseguir la mayoría absoluta. “Galicia es de un lado más conservador, esto implica que a los gallegos no le gustan mucho los cambios, prefieren lo malo conocido que lo bueno por conocer”, comenta. Pero el empuje del BNG puede cambiar el mapa político y esta noche la gran duda es si puede acceder a la Xunta con el apoyo del PSOE y el papel de Democracia Ourensana.