Biden y Trump arrasan en el “supermartes” y volverán a enfrentarse en las presidenciales

El “supermartes”, la jornada más importante del proceso de primarias de los dos grandes partidos de EEUU, dejó claro que el republicano Donald Trump, de 77 años, y el actual presidente, el demócrata Joe Biden, de 81, serán los nominados de sus partidos para disputar las elecciones generales de noviembre, que apuntan a una contienda bronca y que puede decidirse por márgenes muy estrechos. El magnate republicano salió vencedor en la mayoría de estados en juego–una quincena– y sumó cerca de los 1.215 delegados necesarios para asegurar su nominación. El único estado en el que perdió fue Vermont en una votación muy ajustada con su única rival, Nikki Haley, que tras su contundente derrota ha decidido ya abandonar la contienda (ver desglose). A su vez, Biden dominó una primarias demócratas sin rivales de talla con porcentajes por encima del 80% en casi todos los estados, quedando cerca de los 1.420 delegados necesarios para la candidatura.

Trump consideró que los resultados de este “supermartes” son “concluyentes”. En un discurso desde su mansión de Mar-a-Lago, sostuvo que la noche había sido “increíble” y subrayó que en estos últimos tres años, por culpa de su oponente, el país ha recibido “una gran paliza”. Biden, por su parte, alertó de las consecuencias de que Trump siga ganando fuerza: “Está impulsado por el resentimiento y el engaño, centrado en su propia venganza y retribución, no en el pueblo estadounidense. Está decidido a destruir nuestra democracia”, dijo, añadiendo que el voto demócrata apuesta por un EEUU “libre y justo”. Esto anticipa una campaña bronca.

Haley abandona las primarias republicanas tras su pobre resultado

Nikki Haley se retiró ayer de las primarias republicanas tras sus pobres resultados en la cita del supermartes, pero no expresó su apoyo al expresidente Donald Trump, único aspirante que queda en pie. “Lo felicito y deseo lo mejor” fue lo único que dijo. La exembajadora ante la ONU era la única mujer en las primarias republicanas y la única aspirante que permanecía en pie tras el paso arrollador de Trump. Con su salida, el magnate se convierte en el virtual candidato republicano a la presidencia, a la espera de la convención del partido en julio.