La Audiencia Nacional insiste en atribuir terrorismo a los investigados por el Tsunami Democràtic
Los magistrados dan la razón al juez García-Castellón y rechazan también los recursos de Marta Molina y Josep Lluís Alay
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha desestimado el recurso de la Fiscalía contra la decisión del juez Manuel García-Castellón de mantener la investigación contra el Tsunami Democràtic por el delito de terrorismo. La Fiscalía considera que los hechos sólo suponen delitos de desórdenes públicos y, por lo tanto, la causa tiene que ir a los juzgados de Catalunya. La Sala, sin embargo, da la razón a Castellón utilizando los argumentos del auto del Tribunal Supremo en que asumió la investigación por terrorismo contra el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y el diputado Rubén Wagensberg. Y en este marco, la Audiencia Nacional cierra la puerta a un traspaso de la causa recordando que la Audiencia Nacional es la encargada de instruir y juzgar causas "por delitos cometidos por personas integradas en bandas armadas o relacionadas con elementos terroristas o rebels".
La causa del Tsunami pasó en el Supremo sólo con respecto a la instrucción sobre Puigdemont y Wagensberg, pero continúa en la Audiencia Nacional para la derecha de los investigados que no tienen aforo.
La Audiencia también desestima el recurso de Marta Molina, que denunciaba que las diligencias de García-Castellón son prospectivas. Según los magistrados, el juez Castellón actuó correctamente para encontrar "perjudicados" y "el posible uso de instrumentos para causar daños graves", así como los "numerosos heridos" por las acciones del Tsunami.
Los magistrados también desestiman el recurso de Josep Lluís Alay, que afirmaba que no hay ningún elemento que acredite, ni siquiera de forma indiciaria, que ha tenido ninguna participación penalmente relevante en los hechos. Según los jueces, los indicios contra Alay están recogidos en el auto de Castellón y en un oficio de la Guardia Civil.
Alay, dicen los jueces de la Audiencia, no era uno "simple mensajero o asistente ajeno a los hechos que trata la información que transmite", sino que tuvo una participación "esencial" para que se llevaran a cabo.