La defensa antiaérea española

Al final, no era un misil. El bólido que cruzó el este de la península ibérica la noche del viernes al sábado era un objeto que entraba a la Tierra. El CSIC descartó que fuera un misil. Horas después, las Fuerzas Aéreas alemanas dijeron que se trataba de un satélite de Starlink, el servicio de internet satelital desarrollado por Elon Musk a través de su empresa SpaceX. Finalmente, ni una cosa ni otra. Fue un meteroide rozador (trozo de asteroide), según confirmó el ministerio de Defensa español. Pero en un momento en el que la tensión bélica a causa de la guerra entre Ucrania y Rusia no para de subir, durante horas muchos creyeron que lo que se había detectado era un misil balístico sobrevolando España. ¿Y si lo hubiera sido? Hay defensas? ¿Tienen las fuerzas armadas modo de defenderse del ataque aéreo de un hipotético enemigo?

Precisamente, en diciembre pasado, el Gobierno central autorizaba la celebración del contrato para la modernización del sistema de defensa antiaéreo. “El actual sistema utilizado por las Fuerzas Armadas requiere ser modernizado para evitar su obsolescencia y para mejorar la capacidad de defensa antiaérea y antimisil de nuestras Fuerzas Armadas”, se leía en aquel texto oficial. Sólo tres meses antes, el Ejecutivo de Pedro Sánchez había autorizado el techo de gasto de tres nuevos programas especiales de modernización de las Fuerzas Armadas. De los sistemas que según el ministerio de Defensa componen la artillería antiaérea del Ejército de Tierra español, estas tres son las fundamentales: sistema de misil antiaéreo avanzado (NASAMS), sistema de misiles Patriot y el sistema misil Hawk.

NASAMS, base de la defensa

España tiene seis sistemas NASAMS (siglas en inglés de Sistema de Misil Superficie Aire Avanzado Noruego), pensado para la protección de bases aéreas, puertos marítimos, áreas pobladas, otros activos de alto valor y fuerzas militares. Cuatro están en servicio. Tres baterías están en Cartagena y otra en Gran Canaria. Las otras dos no están ahora mismo en España, sino en el despliegue de la OTAN en Estonia y Letonia.Este sistema antiaéreo fue adquirido en 2003. Sólo diez años después ya se detectaron problemas en determinados componentes y dificultades para adquirir los mismos. “España es el único país de la comunidad NASAMS que todavía no ha modernizado sus baterías”, aseguraba el ministerio de Defensa en septiembre de 2023. El sistema cuenta con tres elementos principales: radar, lanzador y misil. Este último elemento, el misil, es el AMRAAM 120 C5 del tipo ‘dispara y olvida’ capaz de abatir blancos a hasta 25 kilómetros y a una altitud de 10 kilómetros. Puede llegar a una velocidad de 2 Mach e incorpora un sistema de guiado semiactivo y una cabeza de guerra de hasta 35 kilos. En octubre pasado, el Gobierno autorizó la compra de un paquete de 68 misiles AIM-120-C8 AMRAAM, 4 AAVI (AMRAAM Air Vehicle Instrumented o Vehículo Aéreo Instrumentado), 10 comprobadores, 20 misiles cautivos y 5 contenedores adicionales para dichos misiles cautivos, destinados al Ejército del Aire y del Espacio y al Ejército de Tierra. Estados Unidos es el único proveedor del AMRAAM.

Este famoso sistema de misiles lo fabrican Raytheon y Lockheed Martin en EEUU. España posee actualmente cuatro baterías Patriot (aunque una de ellas está actualmente desplegada en la misión Active Fence de la OTAN en Turquía). En octubre, el Gobierno español solicitó a la Casa Blanca la compra de cuatro unidades más (con 51 misiles, 24 estaciones de lanzamiento y cuatro estaciones de control de enfrentamiento).El Patriot es un sistema móvil de Defensa aérea que utiliza misiles guiados que simultáneamente “enganchan” y destruyen múltiples objetivos bajo un ambiente de contramedidas electrónicas. Es capaz de contrarrestar misiles balísticos tácticos, misiles de crucero, objetivos de pequeña sección radar y aviones de última generación.Se trata de un misil tierra-aire, que alcanza velocidad 5 mach. Su sistema de guiado es activo y su techo de 24 kilómetros. A efectos de defensa antiaérea, el alcance del radar es de entre 70 y 130 km. Cada lanzador puede transportar 4 misiles con un alcance de 100 Km.El Ejército español tiene actualmente tres baterías de misiles Patriot en servicio en Marines (València). En 2023, España compró para los Patriot 271 proyectiles tácticos M982A1 Excalibur.

De fabricación también estadounidense, es capaz de detectar, identificar, seguir y destruir objetivos aéreos a media y baja altura. Tiene un alcance de 40 km y un techo de 18. Su velocidad sostenida en vuelo de crucero es de 2,5 mach.El Hawk es el sistema más veterano: llegó en los años 60. Actualmente, está operativo en el Regimiento de Artillería Antiaérea (RAAA) 74 que cuenta con dos grupos. Uno está en la base de El Copero (Sevilla) y otro en el acuartelamiento Cortijo de Buenavista (Cádiz).

La 6ª flota de EEUU en Cádiz

Los buques estadounidenses destinados en Cádiz pertenecen a la sexta flota. Son la parte naval del escudo antimisiles de la OTAN, que tiene, además, bases en tierra que van desde Alemania a Turquía pasando por Polonia y Rumanía.Estos destructores están equipados con lo más avanzado, el sistema de combate Aegis, capaz de detectar y seguir con su radar misiles balísticos y derribarlos con sus misiles, detalla Infodefensa. Este mismo sistema está integrado en las cinco fragatas españolas F-100, aunque en una versión anterior a la instalada en los barcos estadounidenses.En octubre de 2023, los ministros de Defensa de quince países europeos de la OTAN firmaron una carta de intenciones para el desarrollo de una “Iniciativa de Escudo del Cielo Europeo”, un proyecto encabezado por Alemania, que proteja a Europa de ataques con misiles. Por el momento España, junto con otros países como Francia o Portugal, permanecen fuera del proyecto.La OTAN explicó que la iniciativa pretende crear un sistema europeo de defensa aérea y antimisiles mediante la adquisición común de equipos por parte de las naciones europeas. Según dijo la organización, esto reforzará la defensa integrada aérea y de misiles de la OTAN.En ese momento, la ministra de Defensa española, Margarita Robles, aseguró que no descartaba formar parte del escudo, por lo que estudiaría la iniciativa “cuando tenga consistencia”.