¿Estallará la caldera de Oriente Próximo?
Occidente se moviliza para que Israel no responda a la lluvia de misiles iraníes lanzados sobre territorio hebreo
Sobre todo tras no haber sufrido bajas
La lluvia de misiles y drones que Irán lanzó este sábado contra territorio israelí ha puesto al rojo vivo la caldera de Oriente Próximo. El ala más conservadora del Gobierno de Benjamin Netanyahu exige una respuesta contundente contra el régimen iraní, pero EEUU y sus aliados de la OTAN intentan evitar a toda costa una escalada del conflicto que desemboque en una guerra regional de consecuencias impredecibles.
La Casa Blanca ha sido muy clara y ya ha trasladado a Netanyahu que EEUU no participará ni apoyará “ninguna respuesta” militar de Israel como represalia contra Teherán, un mensaje que por ahora parece haber calmado la sed de venganza de las facciones más belicistas del gobierno hebreo. “La clave ha sido que no se hayan producido bajas israelíes y por ese motivo creo que de momento se va a imponer la contención. Si tuviéramos muchos muertos israelís, ahora mismo estaríamos hablando de un escenario completamente distinto”, asegura Salvador Sánchez Tapia, general de brigada del Ejército de Tierra , que ha formado parte del Estado Mayor de la Fuerza de Reacción Inmediata de la OTAN. “Israel puede permitirse el ‘lujo’ de la contención en aras de la estabilidad regional porque no ha tenido que lamentar bajas a pesar de que sufrió un ataque muy serio por parte de Irán, que podría haber dejado centenares de víctimas”, dice el oficial, aunque no duda de que Israel “se la va a guardar” para el futuro: “Estoy convencido de que no va a perdonar lo que ha ocurrido y buscará el modo oportuno para desquitarse de esto porque ha sido un ataque en toda regla contra su territorio. No creo que haya una respuesta contra intereses vitales de Irán, porque eso provocaría una escalada irrefrenable, pero sí puede apuntar contra algún interés más periférico o de menor nivel”. También hace hincapié en que Teherán lanzó un ataque “comedido” para evitar precisamente una guerra contra Israel. “Irán ha medido la intensidad de su represalia porque también sabe que si ataca objetivos vitales de Israel, eso significaría la guerra abierta. Además, ha sido un ataque que se veía venir porque Irán llevaba días advirtiendo del mismo, la inteligencia occidental lo estaba avisando e Israel se había preparado para defenderse, con la Cúpula de Hierro y sus misiles Arrow en alerta”, dice.
En ese sentido, destaca que “en la defensa frente al ataque iraní participaron aviones de EEUU, Gran Bretaña y Francia”, un dato que pone de manifiesto “el interés de las potencias occidentales en limitar los daños para contener la posibilidad de una escalada bélica en la región”.
La presión internacional también está siendo fundamental para frenar una respuesta militar por parte de Israel, especialmente la ejercida por la diplomacia estadounidense, con el presidente Joe Biden a la cabeza. El mensaje que ha trasladado EEUU es el mismo que apuntaba Sánchez Tapia: el ataque iraní no ha dejado víctimas y debe imponerse la contención. “El presidente fue muy claro con el primer ministro Netanyahu sobre el éxito que disfrutaron el sábado por la noche y sobre el impacto que ese éxito debe tener”, explicó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.El lunes, las llamadas a la contención continuaron por parte de los líderes europeos. El ministro de Exteriores del Reino Unido, David Cameron, reclamó a Israel que “no responda” al ataque y señaló que “es momento de pensar con la cabeza, además de con el corazón”. “Entiendo que haya gente en Israel que quiera más, pero lo inteligente es reconocer que el ataque de Irán fue un fracaso”.En la misma línea, el canciller alemán, Olaf Scholz, destacó que el “gran rendimiento del Ejército y de la defensa aérea israelí” e insistió en la contención: “Es un éxito que no se debería desperdiciar. De ahí nuestro consejo de contribuir a la desescalada y no tomar represalias”. También el titular de Exteriores francés, Stéphane Séjourné, abogaba por “desescalar” e intentar “que la región se pacifique”. “Todos los mensajes de la diplomacia francesa son llamamientos a la calma y la desescalada”, indicó.En España, el titular de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, señaló que tanto España como el resto de potencias habrán de estar “muy pendientes de la situación y hacer lo posible para evitar una escalada”, pero reiteró al mismo tiempo que la solución en la región está en “un alto el fuego en Gaza y que haya paz y estabilidad en todo Oriente Próximo, algo que pasa por la creación del Estado palestino”.