POLÍTICA ESPAÑOLA
Sánchez se plantea dimitir tras abrirse una investigación judicial contra su mujer
El presidente acusa a PP y Vox de lanzar un “ataque sin precedentes” contra él y su familia y los populares critican su “victimismo”
Anunciará su decisión en una comparecencia el próximo lunes
El presidente español, Pedro Sánchez, ha decido cancelar unos días su agenda pública para reflexionar si renuncia o no a la jefatura del Gobierno tras la denuncia contra su esposa, Begoña Gómez, por tráfico de influencia, y comunicará su decisión en una comparecencia el próximo lunes. Sánchez informó de su decisión en una carta a la ciudadanía que hizo pública a través de la red social X después de que un juzgado de Madrid decidiera abrir diligencias de investigación contra Gómez por la supuesta comisión de delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios tras una denuncia del sindicato ultra Manos Limpias. El Juzgado investigará sus relaciones con varias empresas privadas que acabaron recibiendo fondos y contratos públicos del Ejecutivo que preside su marido.
En la misiva, el jefe del Ejecutivo lamenta el ataque “sin precedentes” contra su esposa, del que acusa al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y al de Vox, Santiago Abascal, de ser “colaboradores necesarios”, y se pregunta si merece la pena seguir soportando esta situación. Una pregunta a la que se responde asegurando que no lo sabe y, por ello, señala que necesita “parar y reflexionar” con su esposa. “Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política, si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor”, añade Sánchez, que subraya que “nunca ha tenido apego al cargo, pero sí al deber, al compromiso político y al servicio público”. Para el presidente, después de impulsar el PP una comisión de investigación en el Senado sobre el caso, faltaba su judicialización, y eso es lo que dice que ha ocurrido con el paso de la denuncia. Todo ello le lleva a afirmar que seguirá trabajando, pero que cancela su agenda pública unos días para poder reflexionar y decidir qué camino tomar. El próximo lunes dará a conocer su decisión en una comparecencia.El PSOE en bloque salió en defensa de su secretario general, a quien enviaron todo su apoyo, y criticaron que “en política no todo vale”. Mensajes de apoyo, aunque cargados con algo más de crítica, le llegaron también desde ERC y Podemos. El PP tildó el anuncio de Sánchez de “electoralista” y lo acusó de “presentarse como una víctima y de dar pena”. En otro orden de cosas, la Policía acordonó anoche un tramo de calle delante de la sede del PP en Madrid por un supuesto aviso de bomba.
Las elecciones deberían esperar al menos hasta finales de julio
La posibilidad de que Pedro Sánchez renuncie al cargo abre un escenario incierto. Su dimisión conllevaría que todo el Gabinete continuaría en funciones hasta elegir un nuevo presidente. Esta tarea recaería en el Congreso, que debería hacerlo en un proceso idéntico al de las investiduras. Sánchez no podría, de momento, convocar nuevas elecciones. Debería esperar hasta el 29 de mayo, ya que la ley impide que el presidente disuelva las Cortes antes de que pase un año de la anterior disolución. Entonces podría convocar elecciones, que se celebrarían pasados 54 días, lo que llevaría los comicios a finales de julio, y lo más probable es que se fueran al día 28. También podría no renunciar al cargo, pero presentara una cuestión de confianza, con la que el Congreso votaría si respalda su política. Carles Puigdemont animó a Sánchez a optar por esta opción si el plazo de reflexión anunciado “no es un movimiento táctico”.