BARCELONA
Aragonès se sitúa en la oposición tras reconocer un “mal resultado”
Invita a PSC y Junts a “gestionar la nueva etapa” y abre la puerta a su dimisión
El presidente de la Generalitat en funciones y candidato de ERC, Pere Aragonès, se situó ayer fuera del Govern tras los “muy malos resultados” de su formación, en los comicios de ayer, afirmando que a partir de ahora trabajarán “para continuar en nuestro proyecto político y lo haremos desde donde la ciudadanía ha decidido: en la oposición”. Esquerra ha obtenido su peor resultado electoral desde 2010 y la caída de escaños más pronunciada de su historia. Los republicanos se han dejado en estos comicios 13 diputados, quedándose en 20. Los republicanos no se han impuesto en ninguna demarcación, cuando hace tres años lo hicieron en Tarragona.
En declaraciones desde la sede electoral de Esquerra en el pabellón de la Estació del Nord de Barcelona y acompañado del presidente del partido, Oriol Junqueras –que no intervino– y de la cúpula, Aragonès aseguró textualmente que es el turno del PSC y de Junts de “liderar una nueva etapa” en Catalunya. En esta línea, felicitó al candidato socialista, Salvador Illa, por su triunfo electoral. Tras esta debacle en las urnas, el republicano afirmó que las responsabilidades individuales y colectivas se deberán asumir una vez que la formación haya analizado con más calma los resultados, con lo que dejó abierta la puerta a abandonar la primera línea política.Los 20 diputados de ERC podrían ser determinantes para alumbrar un tripartito de izquierdas –opción que parece descartada toda vez que Aragonès ha dicho que al partido le toca pasar a la oposición–o investir al socialista Salvador Illa sin entrar en un Govern con él, dado que el independentismo en su conjunto ha perdido la mayoría y es muy complicado construir una alternativa viable. De no materializarse ninguna opción, Catalunya se vería abocada a una repetición electoral. El todavía President destacó también que su partido no ha logrado “revertir” la tendencia a la baja que ya empezó a notarse en las pasadas elecciones municipales y siguió en las generales. Consideró así que la “apuesta por la negociación” con el Gobierno central “para resolver el conflicto político que permita acabar con la represión” no ha sido “lo suficientemente valorada por la ciudadanía”, o esta “ha considerado que toca abrir una nueva etapa”. En este sentido, señaló que “la polarización ha ganado y ha marcado los resultados”, y constató que hay “una ola reaccionaria y conservadora” que ha llegado al Parlament con Vox y con la entrada de Aliança Catalana, el partido independentista de extrema derecha que ha irrumpido con dos escaños.