La mujer que mató a su hija en 2021 'no tenía trastornos'

Los psiquiatras y una psicóloga forenses del Institut de Medicina Legal de Catalunya (Imelec) declararon ayer en el juicio contra la mujer que confesó haber matado a su hija Yaiza en Sant Joan Despí, en Barcelona, en mayo de 2021 que esta planificó el crimen de forma “fría, calculada” y durante meses, descartando que sufriera ninguna “sintomatología psicótica de desconexión de realidad”. Por su parte, un psicólogo contratado por la defensa como perito les contradijo y valoró que la mujer tenía un trastorno de personalidad.

La prueba pericial sobre la salud mental de la acusada, Cristina Rivas, en el juicio con jurado que sigue en la Audiencia de Barcelona duró cerca de cuatro horas, y en la misma sesión los forenses que hicieron la autopsia de la niña confirmaron que murió por asfixia después de recibir una dosis tóxica de benzodiacepinas, que la mujer también usó entre otros fármacos para intentar suicidarse. Los forenses del Imelec concluyeron que mujer tenía rencor y rabia a su expareja, el padre de Yaiza, por haber iniciado una relación con otra mujer y temía que ésta la sustituyera como madre o la alejara de su hija; algo que el perito de la defensa descartó considerando que la mujer estaba “deprimida y desesperanzada”.En otro orden de cosas, la Policía detuvo ayer a un hombre, de unos 30 años, por presuntamente matar a puñaladas a su tío, de 64 años, en el centro de València a raíz de una discusión familiar por una herencia. Los hechos sucedieron sobre las 17.30 horas en plena vía pública. Al parecer, ambos hombres habrían quedado para ir a un despacho de abogados para firmar un documento de cesión de bienes, sobre el cual habrían tenido una pelea la víspera. Pero el joven, según explicaron varios testigos citado por el diario Las Provincias, acudió a la cita con un cuchillo escondido entre sus ropas y asestó cinco o seis puñaladas a la víctima de forma sorpresiva. Por su parte, el juez ha declarado secreta la investigación del crimen de los dos menores de 10 y 12 años a manos de su abuelo el lunes en Granada.