Aplazan la declaración de Begoña Gómez para evitar su “indefensión”

Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, volverá a los juzgados madrileños de Plaza de Castilla en dos semanas, concretamente el día 19, después de que el juez que instruye la causa suspendiera la comparecencia prevista para ayer al alegar la investigada que no conocía de qué se le acusa. Gómez entró en un juzgado prácticamente blindado para la ocasión poco después de las 10 de la mañana en un coche por el garaje –tal y como estaba previsto– para declarar como investigada por presunto tráfico de influencias en relación a varios contratos adjudicados al empresario Juan Carlos Barrabés. Nada más empezar su comparecencia ante el titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, Juan Carlos Peinado, Begoña Gómez aseguró que no conocía de qué se le acusaba, ya que el juzgado le comunicó ayer mismo que había admitido a trámite una querella que interpuso contra ella la asociación ultracatólica Hazte Oír. Tras eso, el magistrado decidió suspender la comparecencia y citarla de nuevo para así evitar posible indefensión.

Su abogado explicó que si el juez hubiera aclarado cuáles son los hechos objeto de investigación, Gómez hubiera declarado porque “tiene ganas”. Sin embargo, indicó que el juez actuó “sorpresivamente y en contra de principios básicos del procedimiento penal” al informarles justo el día de la declaración de que había admitido una nueva denuncia. Gómez figura como investigada en una causa abierta tras una denuncia del autodenominado sindicato Manos Limpias por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios en relación a una serie de adjudicaciones al empresario Barrabés, profesor de un máster que ella codirigía.El PP se apresuró a calificar de obstaculización de la justicia la actitud de la mujer del presidente y criticó el amplio despliegue policial, mientras que desde el Gobierno se apoyó su decisión porque quedaba patente la indefensión que padece en la causa. La declaración, rodeada de una altísima expectación mediática, no estuvo exenta de polémica, ya que la mujer del presidente fue grabada dentro del juzgado algo prohibido– y el vídeo saltó a las redes.