SUCESOS VIOLENCIA SEXUAL
Condenado a 35 años por la “brutal” violación de una menor en Igualada
El tribunal califica de “tortura” los 20 minutos que duró la agresión
Alerta de la “alta probabilidad de reincidencia y de las tendencia homicidas” del condenado
La Audiencia de Barcelona ha condenado a 35 años de cárcel a Brian Raimundo C. por la “salvaje” violación de una menor de 16 años, a la que tras agredir brutalmente en un polígono de Igualada abandonó semiinconsciente convencido de que moriría, la madrugada del 1 de noviembre de 2021. En su sentencia, la sección décima de la Audiencia impone 20 años de cárcel por un delito de intento de asesinato con alevosía y ensañamiento y otros 15 años por uno consumado de agresión sexual, en ambos casos con la agravante de género. Además lo obliga a indemnizar a la víctima con 332.727 euros y le impone 10 años de libertad vigilada. El joven, que tenía 21 años en el momento de los hechos y que fue condenado por intentar violar a su hermana pequeña cuando era menor, permanece en prisión provisional desde que fue detenido en abril del 2022. La sentencia especifica que “las penas de prisión impuestas” tendrán que ser cumplidas en su totalidad en España y “serán sustituidas por la expulsión del penado–de nacionalidad boliviana– sí, con anterioridad a su total cumplimiento, accede al tercer grado o la libertad condicional. Y es que el jurado pone énfasis en la “elevada probabilidad de reincidencia”, tal y como se desprende del perfil criminológico del reo, al que se define como “un agresor sexual con tendencias homicidas”.
El fallo sostiene que la joven, que fue atacada sorpresivamente por el condenado cuando volvía a casa después de ir a una discoteca, padeció una “tortura” que duró 20 minutos y durante la cual, además de ser violada, recibió golpes de los que no pudo defenderse al encontrarse semiiconsciente, y con los que el autor buscaba el mayor daño posible. Asimismo, destaca el patrón misógino de su brutal agresión, ya que afirma que reprodujo “un patrón de conducta violenta, vejatoria y humillante” con las mujeres, “exteriorizando e imponiendo una situación de dominación o subyugación por el mero hecho de pertenecer al género femenino”. Ese patrón, dice, se refleja también en que desplegó “una violencia desmedida con aquellas partes de su cuerpo más representativas de la sexualidad femenina”, además de abandonarla moribunda y desnuda.