PSC, Junts, ERC, Comuns y CUP reeditan el "cordón sanitario" para "aislar" a Vox y Aliança Catalana en el Parlament
Los partidos del acuerdo prometen no aceptar los votos de la extrema derecha ni por acción ni omisión" en una investidura
PSC, Junts, ERC, Comuns y CUP han reeditado este miércoles el acuerdo para poner un "cordón sanitario" y "aislar" Vox y Aliança Catalana en el Parlament. En la línea de lo que ya pactaron durante la campaña electoral, los cinco partidos se comprometen a no aceptar "ni por acción ni omisión" los votos de la extrema derecha para una eventual investidura. Asimismo, se conjuran por evitar que prosperen sus iniciativas e impedir, siempre que se pueda, que tengan presencia en nombramientos y órganos de la cámara catalana. El objetivo es combatir los "discursos de odio" tanto de Vox como de Aliança Catalana, que después del 12-M ha irrumpido en el Parlament con dos diputados. El acuerdo, no obstante, no detalla posibles sanciones a diputados por discursos de odio.
Para el diputado del PSC Ferran Pedret, el acuerdo supone establecer un "cordón sanitario" contra los partidos de extrema derecha y un compromiso por intentar "aislar" estas formaciones "en lo posible". Asimismo, ha marcado como objetivo "combatir sus discursos y políticas". Pese a admitir que ninguna de las estrategias contra la extrema derecha ha demostrado grandes éxitos, ha defendido que no se puede dejar de combatir estas ideas.
La diputada de Junts Judith Toronjo hizo referencia al "pacto antifascista" como una continuidad del acuerdo de la pasada legislatura contra Vox. Y ha hecho hincapié en que esté suscrito por casi el 80% de los diputados del Parlament. "Lo hemos hecho siempre desde Junts, estuvimos, estamos y estamos y seguiremos siendo", ha añadido.
Por parte de ERC, la diputada Najat Driouech ha defendido que "no hay una extrema derecha buena y una mala". "No vamos a permitir que nadie tape su racismo y xenofobia con su bandera. Denunciamos los discursos de odio de todos los partidos de extrema derecha", ha añadido en referencia al partido de Aliança Catalana liderado por Sílvia Orriols.
En la misma línea, el diputado de los comunes Andrés García ha puesto en valor el compromiso por "barrar el paso al racismo y al fascismo". "En la extrema derecha ni agua, ni en catalán ni en castellano", proclamó.
Para la diputada de la CUP Laure Vega, el "problema" de la extrema derecha existirá mientras exista una "sociedad desigual" y se refirió al acuerdo de este miércoles como "un pequeño paso de una lucha que debe ir mucho más allá".
Cómo aislar a la extrema derecha
El contenido del acuerdo establece que no se apoyará ninguna candidatura de la extrema derecha a los órganos de gobierno del Parlament, tanto en la Mesa como en las mesas de las comisiones y los grupos de trabajo. También se comprometen a evitar "siempre que sea posible" la presencia de las formaciones de extrema derecha en los nombramientos que realiza el Parlamento, como por ejemplo, los senadores de designación autonómica.
Los firmantes del pacto también se conjuran para "no normalizar ni legitimar" la acción política de estos partidos y especifica que evitarán que prosperen sus iniciativas, no impulsarán conjuntas y no se les convocará cuando realicen encuentros de trabajo entre los grupos parlamentarios.
El texto también establece que desde la presidencia del Parlament y de las comisiones debe actuar para "impedir que los discursos de los diputados de la ultraderecha criminalizan la inmigración". Sin embargo, el acuerdo no habla de posibles sanciones y preguntados por esta cuestión se han remitido a la comisión del reglamento que, según la diputada de ERC Najat Driouech, es "el lugar donde toca".
El documento firmado reafirma el compromiso feminista y antirracista del Parlamento. Y establece que cada grupo nombrará a un diputado o diputada para hacer seguimiento del acuerdo.