EEUU CAMPAÑA ELECTORAL
Harris ya cuenta con el apoyo de suficientes delegados para garantizar su nominación
Mejora ligeramente los números de Biden en los sondeos, pero sigue por detrás de Trump
Tres gobernadores y un senador y astronauta, los posibles candidatos a ser su “número dos”
La candidata demócrata a la Presidencia de EEUU y actual vicepresidenta, Kamala Harris, ya ha logrado el apoyo del número de delegados necesarios para asegurarse su nominación presidencial de cara a la Convención Nacional Demócrata que se celebrará el próximo 19 de agosto en Chicago (Illinois).
Harris se hizo en apenas 24 horas con el aval de 1.976 delegados de los 1.968 necesarios, una cifra que alcanzó tras una avalancha de muestras de apoyo por parte de numerosas delegaciones estatales, y que se espera que siga creciendo con el paso de los días, según la CNN.Los últimos sondeos sobre los comicios presidenciales muestran números ligeramente mejores para Harris, aunque también, al igual que el presidente Joe Biden, perdería las elecciones contra el republicano Donald Trump.Estas encuestas se realizaron antes del anuncio de Biden de renunciar a la reelección, por lo que preguntados por Harris, los encuestados respondían a una situación hipotética.La más reciente, la encuesta de YouGov para CBS News, daba a Trump cinco puntos de ventaja sobre Biden (52% a 47%) por solo tres sobre Harris (51% a 48%). Por el momento, Harris ha sido la única en postularse a tomar el testigo de Biden para ser confirmada en la Convención Nacional Demócrata.Ahora necesita llegar a la Convención con un candidato a vicepresidente. Los nombres que suenan con mayor fuerza en los medios estadounidense son hombres blancos, que en su mayoría tienen un perfil sólido en estados considerados clave para ganar los comicios de noviembre.Mark Kelly, astronauta y senador por Arizona; Josh Shapiro, gobernador de Pensilvania; Roy Cooper, gobernador de Carolina del Norte, y Andy Beshear, gobernador de Kentucky, son los candidatos favoritos a ocupar el puesto.
Dimite la jefa del Servicio Secreto tras el atentado contra Trump
La directora del Servicio Secreto de EEUU, Kimberly Cheatle, presentó ayer su dimisión al cargo después de reconocer el “fracaso” en el dispositivo encargado de la seguridad del expresidente Donald Trump en un acto de campaña en Pensilvania en el que sufrió un intento de asesinato. Cheatle emitió un comunicado en el que reconoce que el departamento falló en su misión de proteger a los líderes de la nación, y asume la responsabilidad por lo ocurrido el 13 de julio en Pensilvania, cuando un tirador disparó contra Trump, hiriéndole en la oreja. El propio Trump publicó un mensaje en el que insiste en que la Administración Biden no le protegió “adecuadamente”. “Me vi obligado a recibir una bala por la democracia. Fue un gran honor hacerlo”, dijo.