A prisión el asesino confeso del niño de 11 años de Toledo

El Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo decretó ayer prisión provisional comunicada y sin fianza para el asesino confeso del niño de 11 años apuñalado el domingo mientras se encontraba jugando al fútbol con sus amigos en la localidad toledana de Mocejón. Según el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, al joven se le imputa de forma provisional un presunto delito de asesinato. Además, detalló que el juzgado ha solicitado el traslado del investigado “a un centro, unidad o departamento adecuado a la situación de discapacidad del mismo”, ya que el padre habría afirmado que sufre un 70% de discapacidad psíquica. El juzgado levantó además el secreto de sumario que se había establecido sobre el procedimiento y la causa continuará instruyéndose en sede judicial.

Previamente a la toma de declaración, el juez instructor había solicitado un informe al médico forense, cuyo resultado determinó la necesidad de efectuar el interrogatorio al investigado con adaptaciones a su “situación de discapacidad”. Una facilitadora asistió al joven durante toda su declaración ante el juez, a fin de ayudarle a entender y ser entendido.El juez instructor también ha acordado pedir un dictamen forense sobre la “imputabilidad del investigado”, que deberá llevarse a cabo durante la instrucción del procedimiento judicial. El joven de 20 años confesó el crimen en su primera declaración prestada tras ser detenido un día después del crimen, y aseguró a los agentes de la Guardia Civil que no se pudo controlar y “su otro yo” fue el autor.Entretanto, los especialistas de criminalística de la Guardia Civil siguen analizando el cuchillo con restos biológicos humanos hallado el miércoles cerca de la casa del padre del detenido, para determinar si se trata del arma homicida.A raíz de este caso, la Fiscalía investiga mensajes “falsos” y de “odio” contra menores migrantes en redes sociales, y muchos usuarios vinculados a la ultraderecha han borrado sus perfiles de plataformas como X por temor a posibles condenas.