Los demócratas se ven capaces de ganar a Trump con Kamala Harris

La vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, ha dado estos días un espaldarazo a su carrera electoral hacia la Casa Blanca aupada por el apoyo unánime del Partido Demócrata, que esta madrugada tenía previsto culminar su convención. La sucesora de Joe Biden, que ha logrado ilusionar a sus compañeros de filas, debía aceptar formalmente la nominación como presidenciable en las elecciones de noviembre en un gran acto como broche final del cónclave. Una nominación que empezó a gestarse hace menos de un mes, cuando Biden se retiró de la carrera electoral, y ha recibido el apoyo del partido en tiempo récord.

Con el objetivo de definirse, Harris, que ha logrado ponerse por delante de Trump en los sondeos, tenía previsto dar un discurso cargado de esperanza ante los suyos en horario de máxima audiencia. Busca apelar al voto de la clase media, y fuentes próximos a su entorno detallaron que su intervención iba a recordar sus origenes y su decisión de convertirse en fiscal para proteger a los más vulnerables. Además, explicaron que Harris quiere contrastar el proyecto de Trump, que según ella quiere “hacer retroceder al país”, con su visión de presentar una agenda optimista que proporcione oportunidades económicas y proteja las libertades de los estadounidenses.Por otra parte, el gobernador de Minnesota Tim Walz aceptó formalmente la madrugada de ayer la nominación a vicepresidente demócrata. Recordó su carrera como entrenador en una escuela secundaria para afirmar que su partido tiene “el equipo adecuado” para ganar. También el expresidente Bill Clinton o la célebre presentadora de televisión Oprah Winfrey trasladaron al público un sentimiento de esperanza e ilusión por la candidatura de Harris. Entretanto, el candidato independiente a la Casa Blanca Robert F. Kennedy Jr., sobrino del expresidente John F. Kennedy, considera abandonar la carrera electoral para “unir fuerzas” con Trump, según medios.