La ley para regular el alquiler de temporada, arma arrojadiza entre Junts, Moncloa y ERC

El rechazo el martes de Junts a la propuesta de ley para regular los alquileres de temporada y de habitaciones se convirtió ayer en una arma arrojadiza entre los juntistas, el Gobierno español y ERC. Los de Carles Puigdemont advirtieron a Moncloa que “o cumple los acuerdos” o sufrirá más “derrotas parlamentarias”, mientras que el Ejecutivo de Pedro Sánchez atribuyó el “cambio de actitud” de Junts a la investidura de Salvador Illa. Por su parte, ERC criticó a los juntistas y advirtió que “se está formando un bloque de derechas de PP, Vox y Junts que seguramente llevará a Feijóo a la Moncloa”.

La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, argumentó que decidieron votar en contra de la regulación de los alquileres de temporada cuando vieron que con su abstención facilitarían la tramitación de la ley. Insistió en la invasión de competencias del Govern y rechazó apoyar propuestas que “no solucionan el problema, sino que lo agravan”. Mientras, Puigdemont reclamó a PSOE y Sumar aceptar que conforman un Gobierno “en minoría” y les pidió que sustituyan “imposición por negociación”. Todo ello después de que fuentes de Moncloa atribuyeran el “cambio de actitud” de Junts sobre la los alquileres de temporada a que todavía no han “digerido” la investidura de Illa. El PSOE instó a los juntistas a “repensar” su distanciamiento con el Gobierno central, y dijo que “tiene a su propia gente en contra”.El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, advirtió a Sánchez de que su Ejecutivo acumula ya 35 derrotas parlamentarias y sostuvo que “se está formando un bloque de derechas de PP, Vox y Junts que seguramente llevará a Feijóo a la Moncloa”.La portavoz del Govern, Sílvia Paneque, tildó de “durísimo e inexcusable” que el Congreso rechazara regular los alquileres de temporada, y la ANC ve “gravísimo” el ‘no’ de Junts. Por su parte, el Sindicat de Llogateres, que acusó a Junts de “dejar tiradas a miles de personas”, organizó una protesta ante la sede del partido en Barcelona a la que acudieron unas 300 personas. “Van de patriotas, pero venden el país”, denunciaron.En otro orden de cosas, el barómetro de septiembre del Centro de Investigaciones Sociológicas eleva la ventaja del PSOE sobre el PP al 4,5% en intención de voto. El sondeo, efectuado después del pacto entre ERC y los socialistas para la financiación singular en Catalunya, da a los populares una caída de 1,7 puntos, y se quedan con el 28% de apoyo. Vox y Sumar se mantienen en tercer y cuarto puesto y ERC y Junts experimentan una caída de tres décimas cada uno, quedándose con 1,4 y 1,3 puntos respectivamente.

Feijóo echa en cara la censura “franquista” a Sánchez

El presidente español, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se lanzaron ayer reproches en el Congreso a cuenta del llamado plan de regeneración democrática aprobado por el Consejo de Ministros, que incluye mayor control a los medios de comunicación y una reforma del Código Penal. Feijóo censuró este paquete y advirtió a Sánchez que “la censura y la persecución a quien ose criticarle” no se veía “desde Franco”. El líder del PSOE reclamó al popular “cambiar el chip”, “abandonar la oposición avinagrada y arrimar el hombro”. Mientras, el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, sostuvo que el plan de regeneración va “en la dirección correcta”, si bien dijo que es “demasiado pronto” para opinar antes de leer el texto definitivo.El PP también aprovechó para censurar en el Congreso el pacto entre socialistas y ERC para la financiación singular en Catalunya. “No es café para todos, sino veneno al estado bienestar”, dijo la secretaria general de los populares, Cuca Gamarra. En el Senado, el expresidente aragonés Javier Lambán decidió no participar en la votación de una iniciativa del PP para pedir a Moncloa paralizar el concierto económico.

Los sindicatos urgen a aprobar el plus por retrasar la jubilación

El presidente español, Pedro Sánchez, los sindicatos y la patronal de empresas firmaron ayer el acuerdo para la reforma de las pensiones en España, con el fin de incentivar las jubilaciones demoradas y parciales, entre otros aspectos. Se trata de un consenso que las partes ya alcanzaron a finales de julio. Tras la firma del texto, la reforma quedará pendiente de su aprobación en el Congreso. Los sindicatos CCOO y UGT urgieron a las Cortes aprueben este plan, que incluye incentivos para demorar la edad de jubilación, así como hacerlos compatibles con la jubilación activa, y otorga a las mutuas mayor protagonismo a la hora de gestionar las bajas de trabajadores por lesiones fuera del trabajo. Por ahora, ERC, Bildu y BNG han anunciado que votarán en contra del texto si no hay cambios en su redactado, mientras que el PP ha avanzado que rechazará la reforma de las pensiones.