Israel amaga con una ofensiva terrestre en Líbano mientras sigue bombardeando el país

El Ejército israelí dio ayer un nuevo paso que acerca peligrosamente una temida ofensiva terrestre del sur de Líbano, al convocar a dos brigadas de soldados reservistas para realizar “misiones operativas” en la frontera norte. De momento, en estos cuatro días de escalada contra Hizbulá, Israel se ha limitado a ataques aéreos y, aunque sus líderes hacen alusión frecuentemente a la necesidad de prepararse para combatir en el norte, todavía no han ordenado una incursión terrestre. El jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, afirmó que los ataques aéreos sobre Líbano están sirviendo para preparar el terreno para una posible incursión terrestre israelí contra Hizbulá. Mientras, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, aseguró que las Fuerzas Armadas seguirán atacando “con fuerza” las posiciones del grupo chií hasta que se garantice el regreso seguro de los civiles evacuados del norte de Israel por los ataques de la milicia libanesa.

Israel comenzó el lunes una intensa campaña de bombardeos concentrados, sobre todo, en el sur y el este de Líbano contra lo que asegura son cohetes y misiles que el grupo chií, aliado de Irán, esconde en zonas civiles para atacar a al Estado judío. Los ataques, que volvieron a repetirse ayer, ya se han cobrado la vida de casi 600 personas, dejando heridas a otras 2.000 y provocado el desplazamiento interno de unas 400.000 personas, por lo que el número total de desplazados en el país alcanza ya el medio millón. “Teníamos 110.000 desplazados y ahora esta cifra se está acercando a los 500.000. No podemos seguir así”, dijo el ministro de Exteriores del Líbano, Abdalá bu Habib.Hizbulá también ha incrementado sus ataques contra el Estado judío e incluso contra puntos alejados de la frontera, donde se habían concentrado sus bombardeos durante estos once meses de fuego cruzado.Las sirenas sonaron ayer a primera hora de la mañana en el centro del país, incluida la ciudad de Tel Aviv, tras detectar la llegada de un misil de largo alcance disparado desde Líbano que fue interceptado por el Ejército, el primero de este tipo que lanza Hizbulá desde que comenzó la guerra. El grupo chií afirmó que el ataque iba dirigido contra la sede del Mosad, el servicio de inteligencia exterior israelí, localizado a las afueras de la ciudad y a quien culpan de manipular los aparatos electrónicos que explotaron de forma simultánea la semana pasada dejando casi 40 muertos. El Consejo de Seguridad de la ONU había convocado ayer una reunión de emergencia para tratar la escalada de violencia por el temor de que se extienda a todo Oriente Próximo. El primer ministro del Líbano, Najib Mikati, tenia previsto asistir.

La ofensiva sobre la Franja de Gaza no cesa y deja ya 41.500 muertos

El Ejército israelí continúa con sus bombardeos sobre la Franja de Gaza y durante el día de ayer mató al menos a 28 personas, según el recuento de los hospitales que publica diariamente el ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás. Los ataques dejaron además 85 personas heridas. Desde que comenzó la guerra en la Franja de Gaza, hace más de once meses, 41.495 personas han muerto y más de 96.000 han resultado heridas en el devastado enclave palestino, sometido a constantes bombardeos. Además, las autoridades sanitarias estiman que los cuerpos de unos 10.000 desaparecidos continúan enterrados bajo los escombros, sin que los equipos de rescate puedan acceder a ellos. El ministerio de Sanidad gazatí denunció haber recibido ayer un contenedor con unos 88 cuerpos de Israel, sin ninguna información sobre sus identidades. Las fuerzas israelíes suelen apropiarse de los cadáveres de palestinos enterrados tras llevar a cabo incursiones en la Franja, para tratar de buscar rehenes entre los cuerpos, y los devuelven después mezclados y en malas condiciones.