PANORAMA
Un año de terror en Gaza
Los ataques terroristas de Hamás contra Israel, que se cobraron 1.200 vidas, detonaron el 7 de octubre de 2023 una nueva escalada en el conflicto de Oriente Próximo que se ha extendido a Líbano. La cifra de fallecidos palestinos por la ofensiva israelí alcanza hasta ahora los 41.825
El 7 de octubre de 2023 a las 6:29, los israelíes que vivían a escasos kilómetros de las alambradas que enclaustran la Franja de Gaza amanecieron escuchando el ruido de los cohetes disparados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), dando paso a una infiltración masiva de milicianos que se convertiría en la mayor matanza del grupo palestino en Israel, con 1.200 muertos, entre ellos más de 350 jóvenes que participaban en un festival de música, y 251 secuestrados.
Un año después, 97 rehenes siguen atrapados en Gaza –el Ejército estima que más de una treintena están muertos–, lo que se ha convertido en la mayor herida abierta del 7 de octubre para el primer ministro, Benjamín Netanyahu, que se enfrenta semanalmente a manifestaciones multitudinarias de sus familiares demandando el retorno de los cautivos.Mientras, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 6 por ciento de la población de la Franja de Gaza ha muerto o ha sido herida en un año de bombardeos de Israel contra este territorio palestino en respuesta al ataque de Hamás.Casi 41.800 personas han fallecido, mientras que los heridos son cerca de 97.000, a los que se suman los 10.000 desaparecidos que se cree están bajo los escombros. Se estima que una cuarta parte de los heridos han sufrido heridas que les dejarán incapacitados el resto de su vida.Asimismo, según datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), en torno a 1,9 millones de palestinos (el 90 por ciento de la población) están actualmente desplazadosdebido a la ofensiva del Ejército de Israel. Parte de estos civiles gazatíes se han visto obligados a cambiar de ubicación en varias ocasiones tras los ataques israelíes, perpetrados incluso en zonas catalogadas como ‘seguras’.Además, las organizaciones internacionales han denunciado desde el estallido de la guerra que las autoridades políticas y militares de Israel han dificultado la entrada de ayuda humanitaria en el enclave palestino. A esto se le suman también las acciones hostiles de civiles israelíes extremistas, que han llegado a asaltar convoyes cargados de ayuda y suministros básicos en plena ruta por carretera hacia la Franja de Gaza.Paralelamente, cerca de 750 personas han muerto y más de 6.250 han resultado heridas en Cisjordania y Jerusalén a manos de las tropas israelíes desde el 7 de octubre de 2023, según las autoridades sanitarias de los Territorios Palestinos Ocupados. Por otra parte, al filo del primer aniversario de un conflicto iniciado al calor de la guerra de Gaza, Israel y el grupo chií libanés Hizbulá libran ahora sus peores enfrentamientos en un año, mientras el Líbano sufre bajo una oleada de bombardeos israelíes sin precedentes en décadas (ver página 22).
Israel, tras un año de guerra: más extremista, más aislado y eufórico
Después de un año de guerra en Gaza, y con Hamás y Hizbulá prácticamente descabezados, un sentimiento de euforia invade a la sociedad israelí, dando alas a la derecha más extremista. Sin embargo, la deriva extremista del Ejecutivo de Benjamin Netanyahu consecuencia de la necesidad de mantener el apoyo de los partidos ultranacionalistas, también ha servido para aislar a Israel en la arena internacional.Incluso EEUU, su mayor aliado diplomático y militar, ha adoptado una postura cada vez más crítica con las autoridades israelíes, sancionando a algunos colonos en la Cisjordania ocupada o retrasando el envío de armamento por el desproporcionado impacto que sufren los civiles en la Franja de Gaza.