ESNOTICIA
Desesperación por conseguir agua y comida en las zonas devastadas
Muchos hogares continuaban ayer sin agua corriente, electricidad, ni internet
Los vecinos de las zonas arrasadas por la peor DANA del siglo, que se ha cebado especialmente con València, trataban ayer de asimilar lo ocurrido a la espera de la llegada de ayuda en medio de un paisaje desolador con calles convertidas en auténticos barrizales donde los coches apilados se mezclaban con cañas, ramas y todo tipo de objetos, en un drama que una vecina de Paiporta, zona cero de la tragedia, resumía con una frase: “El pueblo no existe, hay que empezar todo de nuevo”.
La mayor parte de los hogares seguían ayer sin tener agua corriente, ni electricidad, ni gas, ni internet, y desde primera hora miles de personas se lanzaron a la calle para conseguir lo más básico, agua y alimentos, aunque la mayoría supermercados estaban “arrasados”. En Paiporta muchos vecinos recorrieron a pie varios kilómetros para comprar suministros en localidades cercanas. Pese a la situación de emergencia, hubo quien aprovechó para cometer saqueos en los locales dañados, contabilizándose hasta 50 detenciones. Los servicios de emergencias estuvieron repartiendo cubetas de agua y ayuda, pero la magnitud de las tragedia es tal que no dieron a basto. Los afectados denunciaron el caos y la desorganización. “¿Tan difícil es que avisen a la gente de la llegada de ayuda?”, se quejaba una de las vecinas. “No podemos ir ni al baño, rebosa” explicaba una segunda. Para otros, el principal motivo para echarse a la calle fue continuar con la búsqueda de los familiares o amigos de los que aún no han sabido nada.
“Hay gente conviviendo con cadáveres en sus casas”
“Hemos vuelto a nacer. Nos tocaba salvarnos”, aseguraba ayer Luis Soler, un vecino de Paiporta que se vio arrastrado junto a su mujer por la tromba de agua y lodo. Ambos lograron sobrevivir gracias a la heroica actuación de un vecino. Muchos fueron los que consiguieron salvar su vida gracias a las actuaciones de conciudadanos, que se arriesgaron por rescatarlos de la furia del agua. “Mi vecina me rescató, y ahora me ha acogido en su casa”, explicaba entre lagrimas una mujer de Chiva. Lamentablemente, otras personas no tuvieron tanta suerte y muchos explicaban cómo vieron con impotencia que las riadas arrastraban a gente dentro de sus coches o cadáveres flotando en el agua. En la localidad de Alfafar, el alcalde, Juan Ramón Adsuara, denunció la falta de ayuda por parte de las autoridades. “No hemos visto un camión de bomberos, ni a la Guardia Civil, ni a la UME en días. Aquí no viene nadie”, lamentó, asegurando que “hay gente que está conviviendo con cadáveres en sus casas”. Asimismo, explicó que vecinos con ayuda de su maquinaria y tractores intentan abrir paso por las calles de la localidad para llegar a los lugares aún inaccesibles. La solidaridad está siendo clave para sobreponerse. En el barrio de La Torre, el más afectado de la capital, cientos de personas cargadas con comida y agua pero sobre todo de palas y escobas cruzaban ayer el puente peatonal que une la barriada con València ciudad.