ESNOTICIA
Lleida conjuró el riesgo de inundación dando más espacio a los cauces del Segre y el Sió
Las canalizaciones de la capital y de Balaguer y el parque fluvial de La Seu dieron holgura a la circulación del agua. Agramunt rebajó el lecho y recuperó los ojos de un puente tras la crecida mortal de 2015
Regulación del caudal en el tramo medio, básicamente con la presa de Rialb, y espacio para que circule tanto en el curso bajo como en el alto, con las canalizaciones de Lleida y Balaguer y el cauce alternativo del Parc Fluvial de La Seu, han sido las recetas con las que en las últimas tres décadas la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y la Generalitat han ido conjurando el riesgo de inundación en cuencas como la del Segre, escenario en noviembre de 1982 de una mortífera crecida de 3.100 m3/s.
Pese a esas actuaciones, la CHE contabiliza en Lleida un total de 63 tramos de río con una longitud conjunta de 213,11 kilómetros en los que el riesgo de inundación es elevado: la mitad de ellos, 30 que suman 107,8 km, se encuentran en el Segre mientras el resto se reparten entre las cuencas del Pallaresa (16 y 45,7), el Ribagorçana (11 y 17,9) y el Garona (6 y 41,6).Estas zonas, cuya extension está siendo revisada por la CHE dentro del proceso de establecimiento de las áreas de flujo preferente, y otras expuestas a las crecidas de barrancos se ubican en los municipios obligados a disponer de un plan de inundación, una exigencia que no cumplen diez de ellos (El Pont de Suert, la Vall de Boí, Vilaller, Navés, Olius, Bossòst, Lladorre, Juneda, El Omells de Na Gaia y Sant Martí de Riucorb) mientras otros 42 lo tienen en fase de revisión.
No obtante, la lista de municipios podría aumentar una vez la Generalitat haya revisado los umbrales de riespo para adaptarlos a la mayor torrencialidad de las lluvias.Eso puede afectar a cascos urbanos expuestos a barrancos, torrentes, rieras y ríos de bajo caudal, algo que puede resultar cualquier cosa menos sorprendente vistos los antecedentes de poblaciones como Agramunt, donde tras la crecida mortal del Sió de 2015 se rebajó el cauce en el Pont de Ferro y se abrieron los tres ojos del Romà para dar más espacio al agua, o Torà.“Los núcleos urbanos deben protegerse y disponer de un mayor margen de maniobra para avisar a Protección Civil” en caso de emergencia, señalan fuentes de la CHE, que recomiendan tras los episodios de lluvia intensa “actuar en las ramblas de los montes y en los cauces, retirando las obstrucciones causadas por los sedimentos y los restos vegetales depositados em el transcurso del evento”.
Casi 30 litros el Alguaire y en Seròs en una jornada sin incidentes
Los pluviómetros de Alguaire y de Seròs marcaron ayer las precipitaciones más intensas de la jornada, según los registros del sistema de información meteorológica Meteocat, que anotaron 28,9 litros por metro cuadrado en la primera de esas localidades y 28,2 en la segunda. Ambas están en el Segrià, como Maials (22,5) y Vilanova de Segrià, las otras dos poblaciones en las que, junto con Mollerussa (25,5), se superaron los veinte litros. Las previsiones apuntan a una jornada similar para hoy, con pronóstico de posible lluvia pero no en cantidades elevadas. Fuentes de Endesa explicaron que a lo largo de la jornada apenas se registraron cortes del suministro relacionados con las precipitaciones en Lleida y desvincularon de estas los registrados en la capital.