JUSTICIA TRIBUNALES
El juicio contra la familia Pujol se iniciará en noviembre del 2025
Anticorrupción pide 9 años para el expresident y 29 para su primogénito por su fortuna en Andorra. La Audiencia Nacional prevé que se prolongue hasta 2026
La Audiencia Nacional juzgará al expresident de la Generalitat de Catalunya Jordi Pujol y a sus siete hijos del 10 de noviembre de 2025 al 23 de abril de 2026, en relación a la fortuna presuntamente ilícita que acumularon y mantuvieron oculta en Andorra durante décadas, diez años después de que se abriera esta causa.
La Fiscalía pide una condena de 9 años de cárcel para el expresident, mientras que para sus siete hijos solicita penas que oscilan entre los 8 y los 29 años de cárcel que reclama a su primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, así como multas millonarias. La Abogacía del Estado, por su parte, no se dirige en su escrito contra Jordi Pujol, mientras que para el primogénito pide 25 años de cárcel. Todos están acusados de delitos de asociación ilícita, blanqueo de capitales, falsedad en documento mercantil, y hasta siete delitos contra la Hacienda Pública. Junto al expresident y sus hijos se sentarán en el banquillo otras 17 personas, entre ellas la exmujer de Jordi Pujol Ferrusola, Mercé Gironés, y empresarios como Carles Sumarroca Claverol y Carles Vilarrubí. La esposa del expresident, Marta Ferrusola, que falleció el pasado 8 de julio, habría sido exonerada por su estado de salud después de que la defensa presentara un informe médico en el que alegaba que sufría demencia severa. En junio de 2021, el juez instructor de la causa, Santiago Pedraz, dictó la apertura de juicio por estos hechos que comenzaron a instruirse en 2015 en la Audiencia Nacional a raíz de una denuncia de la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola en 2012.
Un caso que estalló hace más de una década
El caso contra el clan de los Pujol estalló en 2012 cuando la exnovia del primogénito de la familia, Victoria Álvarez, denunció que Jordi Pujol Ferrusola le había confesado que su familia acumulaba dinero ilícito en Andorra y afirmaba que ella misma lo había acompañado en varias operaciones de evasión de capitales y blanqueo. El caso ganó más notoriedad cuando el diario El Mundo publicó que Marta Ferrusola y cuatro de sus hijos ingresaron 3,4 millones en un mes en un banco andorrano. Esa información propició que el patriarca del clan, el expresident Jordi Pujol, confesara en una carta que el dinero procedía de una herencia de su padre, Florenci Pujol, recibida en 1980.La investigación, que concluyó en 2020, determinó que los Pujol formaban presuntamente una organización criminal que, aprovechando su posición privilegiada, acumuló un patrimonio obtenido de actividades corruptas. Su forma de actuar reunía, según la instrucción, todos los requisitos de una organización criminal: con diversos niveles jerárquicos– la investigación sitúa a Jordi Pujol y su mujer Marta Ferrusola como los líderes– y permanencia en el tiempo, desde que se abrieron las primeras cuentas en Andorra en 1992 hasta que la familia cerró sus últimas fundaciones en 2014.