“PROCÉS” SOBERANISTA
Diez años del primer reto en las urnas
Una década después del 9N, el independentismo se encuentra dividido y los socialistas lideran el Govern de la Generalitat. Buena parte del Executiu de Artur Mas acabó inhabilitado
El proceso participativo del 9N de 2014, impulsado por el entonces president de la Generalitat, Artur Mas, cumplió ayer una década en un contexto político marcado por la división en el independentismo y con los socialistas en el poder, con Salvador Illa al frente.
Más de 5,4 millones de catalanes mayores de 16 años fueron llamados a participar en la votación para responder a una doble pregunta, acordada por el Govern, CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP: ‘¿Quiere que Catalunya sea un Estado? –con dos opciones, ‘sí’ y ‘no’–, y los que optaran por el ‘sí’ debían responder a una segunda cuestión: ‘¿Quiere que este Estado sea independiente?’. Las urnas, a las que acudieron más de 2,3 millones de personas, arrojaron que el 80,76% de los ciudadanos que participaron votaron ‘sí’ a las dos preguntas, mientras que el ‘sí-no’ contó con el apoyo del 10,07% y el ‘no’ llegó al 4,45%.Pese a los recursos al Tribunal Constitucional por parte del Gobierno de Mariano Rajoy, la votación se llevó a cabo con el apoyo de las entidades del Pacte Nacional pel Dret a Decidir, entre ellas la ANC, Òmnium y la Associació de Municipis per la Independència (AMI).El 9N tuvo consecuencias judiciales y económicas para sus principales impulsores, empezando por Mas, y también para la entonces vicepresidenta, Joana Ortega; la titular de Educación de la Generalitat, Irene Rigau; el conseller de Presidenica, Francesc Homs, así como para otros altos cargos.El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) condenó por desobediencia a Mas con 2 años de inhabilitación y una multa de 36.500€; a Ortega, a 1 año y 9 meses de inhabilitación y 30.000€, y a Rigau, a 1 año y 6 meses de inhabilitación y 24.000€, pero quedaron absueltos del delito de prevaricación. Por su parte, el Supremo condenó a 13 meses de inhabilitación a Homs, también sin prevaricación, perdiendo su escaño en el Congreso. Tres años después del 9N, el Tribunal de Cuentas también condenó a los cuatro dirigentes a pagar 4,9 millones de euros por su responsabilidad contable por los gastos generados. Este mismo 2024, el TSJC ha rechazado amnistiar a Mas, Ortega y Rigau.
El expresident: “Este no tiene por qué ser el resultado final”
El expresident de la Generalitat Artur Mas llamó ayer a mirar más allá ante la situación actual del independentismo, dividido y sin mayoría en el Parlament, en el décimo aniversario del proceso participativo del 9N: “El resultado que tenemos, de momento, ahora, no es el que querríamos. Esto está claro y es obvio. Pero el resultado de ahora no tiene por qué ser el resultado final”. Añadió que el proyecto independentista se encuentra en el escenario actual porque se empezó “a despistar, a cometer muchos errores relevantes”, aunque cree que la situación es reversible y no la ve como definitiva.Mientras, el expresidente de la Generalitat y presidente de Junts, Carles Puigdemont, reivindicó el proceso participativo del 9N y aseguró que fue “una respuesta contundente a décadas de menoscabo a la voluntad democrática del pueblo catalán”.