David Lijarcio, Mosso d’Esquadra y presidente de la asociación copland: «Lo que más me impactó es ver las lágrimas de mis compañeros»
Voluntarios de diferentes cuerpos policiales fueron de los primeros en llegar a las zonas más afectadas por la dana en el País Valencià, entre ellos este mosso leridano y su equipo, que continúan ayudando a pie de calle
La asociación Copland, que preside, llegó a las pocas horas del desastre de la dana a las zonas más afectadas.
El jueves ya estábamos manos a la obra, en Paiporta, donde abrimos un centro de distribución de ayuda. La pena es que lo hicimos discutiéndonos con gente del ayuntamiento porque querían que fuéramos a otro punto más alejado del epicentro. Después hemos estado en Catarroja, Benetússer, Alfafar o Aldaia, donde hiciera falta nuestra ayuda. Al principio llegamos 7 voluntarios y después se añadieron más compañeros, llegando a los casi 400 de Mossos, Ertzaintza y policías locales, como la Guardia Urbana de Lleida.
¿Cómo vivió los primeros días?
Intentas asumir lo que ves, pero todo era un caos. Después de repartir casi 3.000 botellas de agua en pocos minutos, te paras y dices “madre mía”. Entonces coges y empiezas a ir por la calle con paquetes de agua para repartirlas en los pisos de los que la gente no había podido salir porque había varios coches que bloqueaban las puertas. Y subes a los vehículos, para llegar a los balcones, y ves algún cadáver en su interior. Normalizas la situación porque te faltan manos, es una situación de colapso, pero tu misión es ayudar.
¿Cuál ha sido su labor allí?
Hemos abierto varios centros de distribución de material en las zonas más afectadas. También hemos limpiado calles y retirado vehículos, y en los últimos días nos hemos centrado en la búsqueda de desaparecidos. Hemos ido a aquellos puntos en los que podíamos aportar un plus como policías y gracias al ayuntamiento de Torrent pudimos habilitar un centro logístico para recoger todo el material que llegó de Catalunya y el País Vasco. La Urbana de Lleida ha hecho un trabajo espectacular, como mosso y como exurbano estoy muy orgulloso de poder gestionar a tanta gente y hacer tanto, tantísimo trabajo.
De hecho, lideró un operativo de búsqueda de los niños Rubén e Izan en Torrent, ¿verdad?
No es nuestra especialidad, pero cuando te lo pide el tío de los niños no puedes quedarte sin hacer nada. Y estuvimos el fin de semana hasta que asumió el mando la UME, que realmente son los que cuentan con los equipos necesarios.
¿También controlando que no hubiera pillaje por las noches?
En situaciones como esta siempre te encontrarás lo mejor y lo peor de la gente. Los que querían saquear y robar lo tuvieron muy fácil, con zonas por la noche sin control ni luz. No había Ejército y los agentes estaban exhaustos. A partir de las seis de la tarde, los saqueadores hacían el agosto. Lo han robado todo de los coches: volantes, llantas, bombillas.. Por las noches se oían las radiales que usaban para reventar comercios.
¿Tardó en llegar la ayuda?
Ha llegado mucha gente con muy buena voluntad, pero la organización de verdad, que controle toda la zona afectada, todavía no existe. Ahora hay mucho material, pero ¿qué pasará cuando no lleguen las nóminas?, ¿quién detectará a la gente que lo necesita? Nosotros ya estamos preparados para ir haciendo viajes y llegar a aquellos vecinos que lo necesitan y estamos trabajando para detectar en qué podemos ayudar como en un casal de la tercera edad, una protectora o arreglar una casa. Esperamos crear una gran red y que el reparto se haga entre vecinos, porque hay gente no afectada que se aprovecha.
¿Qué le ha impactado más?
Es tanta gente que lo ha perdido todo, todo. Nosotros estuvimos en Ucrania, pero esto es peor. Lo que más me impactó es ver las lágrimas de mis compañeros los primeros días, estaban destrozados. Pero la gente todavía no ha llorado por lo que han pasado. Están agradecidos de tenernos allí.
¿Estamos preparados para otra catástrofe como esta?
No.. Pero nuestra asociación, sí, porque ya sabemos cómo actuar en situaciones de este tipo e intentaremos formar a la gente para ello, además de crear una red de polideportivos donde alojar a los policías voluntarios.