DESASTRES NATURALES CONSECUENCIAS
“No os olvidéis de nosotros”
Los vecinos víctimas de la dana se sienten desamparados y exigen agilizar las ayudas un mes después de la tragedia. Calles y garajes embarrados, alcantarillas colapsadas y niños sin escuelas
Un mes después del fatídico 29 de octubre, cuando la fuerza del agua arrasó gran parte de la provincia de València y acabó con la vida de al menos 222 personas, sin olvidar los cuatro desaparecidos, los municipios de la ‘zona cero’ urgen ayuda para recuperar sus vidas. Miles de personas lo perdieron todo en una riada devastadora, para cuya reconstrucción serán necesarios al menos 31.000 millones de euros, según la primera estimación de la Generalitat. Ayer se sucedieron los homenajes, como el de los vecinos de Paiporta que posaron velas en el muro del barranco del Poyo en un sentido recuerdo a los fallecidos por la dana. Entre los afectados hay una sensación generalizada de desamparo, indignación y desesperación.
La dana dejó imágenes de destrucción propias de una guerra y a muchos municipios incomunicados, que recibieron la primera ayuda de miles de voluntarios. Un mes después, 20.000 profesionales siguen desplegados, y los trabajos están centrados en extraer el lodo y retirar los 120.000 vehículos destrozados por la riada. Los equipos de emergencias quitan el barro acumulado en el alcantarillado ante el riesgo de que este se solidifique e imposibilite el funcionamiento. Municipios como Paiporta tienen gran parte de la red atascada, y muchos ciudadanos conviven con fuertes olores pestilentes. También pueblos como Catarroja o Massanassa luchan por volver a la normalidad, y los vecinos, desesperados por la situación, piden que las ayudas lleguen ya.
La labor de los voluntarios y equipos de emergencias ha sido clave para ayudar a los vecinos de València
El alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, siguió reclamando ayer, un mes después, máquinas para retirar los vehículos en los garajes y para extraer lodo de los fosos de ascensores, que al estar estropeados mantienen a gente mayor o con movilidad reducida sin poder salir a la calle. La alcaldesa de Benetússer, Eva Sanz, dijo haber echado en falta “más coordinación entre administraciones”, y la de Paiporta, Maribel Albalat, lamentó que “el ánimo que se respira es una mezcla de frustración y enfado”.
La tragedia también ha desatado una tormenta política que ha puesto contra las cuerdas al president valenciano, Carlos Mazón, y en la que Moncloa y el PP se han lanzado durísimas acusaciones por la gestión de la dana. Mientras, los afectados reclaman que “no se nos olvide” y piden depurar responsabilidades y más ayuda para superar un drama que, afirman, se habría podido prevenir o, al menos, abordar mucho mejor.
Entretanto, la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, tildó de “bulo” las palabras de Mazón sobre los supuestos intereses a las ayudas y aseguró que estas prestaciones “ni se devuelven ni tienen intereses”. “No se puede confundir a la ciudadanía”, censuró.
Las administraciones se echan en cara las ayudas
El president valenciano, Carlos Mazón, censuró ayer que la “inmensa mayoría” de las ayudas anunciadas por el Gobierno español para los afectados por la dana traen consigo “intereses” que ascienden a hasta “casi 900 millones de euros”. “Los afectados no se merecen tener que devolver esos intereses”, afirmó durante una visita a unos caminos rurales de Utiel dañados por la dana, en la que agregó que las ayudas de Moncloa son “insuficientes”. El president valenciano también acusó al presidente español, Pedro Sánchez, de “no haber reconocido ningún error” por la gestión de la dana. Además, se justificó por no haber planteado un homenaje a las víctimas en el primer mes después de la dana al asegurar que “el mejor homenaje” es el trabajo “a destajo” para ayudar a los afectados. Vecinos de Utiel afearon al president que optara por visitar campos y caminos rurales en vez de acudir al núcleo urbano.