ORIENTE PRÓXIMO CONFLICTO
El alto el fuego en Líbano, al borde de saltar por los aires
Israel confirma varios ataques contra objetivos de Hizbulá. Mientras, los rebeldes sirios afianzan su control de Alepo
El Ejército de Israel confirmó ayer haber atacado a “agentes armados” cargando armamento en un vehículo en el sur del Líbano, después de que las autoridades libanesas denunciaran que al menos tres personas, entre ellos un niño de 7 años, que viajaban en la zona de Majdal Zoun resultaran heridos.
“Se observó a agentes armados cargando un vehículo con lanzacohetes, cajas de municiones y otro equipo militar”, detalló un comunicado castrense que confirmó el ataque.
Mueren 5 gazatíes, tres de ellos empleados de la ONG World Central Kitchen del chef José Andrés
Durante otro incidente, las tropas aseguraron haber atacado un vehículo militar que operaba en la zona de un sitio de fabricación de cohetes de Hizbulá, según información de inteligencia.
En Gaza, al menos cinco palestinos, incluidos tres trabajadores de la oenegé World Central Kitchen (WCK) del chef español José Andrés, murieron tras ser atacado su vehículo por un dron israelí en la ciudad de Jan Younis, sur de Gaza; ocho meses después del ataque israelí que mató a siete de sus empleados en abril.
En Siria, la alianza islamista Organismo de Liberación del Levante y facciones armadas respaldadas por Turquía afianzaron ayer el control de casi toda la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, y de la provincia vecina de Idlib tras cuatro días de ofensiva contra el Ejército del presidente sirio, Bachar al Asad.
La ofensiva, lanzada el miércoles tras días de intensos bombardeos contra el bastión de las facciones proturcas, Idlib, ha provocado hasta el momento un saldo de unos 350 muertos en ambos bandos, entre los que se encuentran una cuarentena de civiles.
Esta es la primera vez que los rebeldes entran en la ciudad de Alepo desde que fue tomada por el Ejército de Al Asad en 2016, mientras que la escalada de la violencia y el rápido avance de estas facciones consideradas “terroristas” por Damasco y su aliado Rusia representan el mayor reto para el Gobierno sirio desde 2020, que apenas ha contestado la incursión con débiles bombardeos sobre posiciones rebeldes.