FRANCIA POLÍTICA
La izquierda y la ultraderecha hacen caer el Gobierno de Michel Barnier
Votan juntos la moción de censura contra él, que abre un nuevo escenario de negociaciones. El aún primer ministro alerta de la inestabilidad preocupante
El primer ministro Michel Barnier durante la sesión en la que se votó la moción de censura contra él. - EUROPA PRESS / CONTACTO / ALEXIS SCIARD
El Gobierno francés del conservador Michel Barnier cayó ayer en una moción de censura que reunió 331 votos procedentes de la izquierda y la extrema derecha (bastaba con 288), tres meses después de su nombramiento para el cargo.
El exnegociador de la UE con Reino Unido para el Brexit, que contaba solo con el apoyo de la derecha tradicional, macronistas y centristas, muy lejos de la mayoría absoluta, deberá ahora presentar la dimisión al presidente, Emmanuel Macron, que le aboca a iniciar un nuevo proceso de negociaciones con los partidos de resultado incierto.
Hasta el último momento Barnier trató de obtener apoyos para mantenerse en el cargo, pero la extrema derecha de Marine Le Pen le dio la espalda sobre los presupuestos y los socialistas no escucharon sus llamamientos a la responsabilidad.
Barnier, que se convertirá en el más breve jefe del Ejecutivo desde la II Guerra Mundial, insistió que Francia “atraviesa una realidad” difícil en términos económicos “que no desaparecerá con una moción de censura”.
Con una deuda de 3,2 billones de euros, dijo Barnier, Francia debe pagar cada año 60.000 millones de euros de reembolso de su deuda, una factura que puede crecer si, como auguró, los tipos de interés suben por la inestabilidad del país.
“Hoy hacemos historia”, dijo el diputado Eric Coquerel, miembro de La Francia Insumisa. Reiteró que el actual Gobierno parte de un “insulto” a los votantes que en las últimas legislativas situaron a la izquierda como el bloque con más escaños en la Asamblea Nacional.
Por su parte, Le Pen recriminó a Barnier su “sectarismo” y “dogmatismo”, dentro de un encendido discurso en el que aseguró que el Gobierno y Macron han elaborado unas cuentas públicas que castigan a la clase media y trabajadora.
A lo largo de la V República en Francia, sólo una moción de censura ha prosperado, y fue en 1962.
Sin embargo, este instrumento parlamentario ha servido en los últimos años como herramienta de presión contra el Gobierno y contra Macron, con decenas de iniciativas fallidas contra la etapa de Elisabeth Borne y de Gabriel Attal.
