Los muertos en Mayotte por el ciclón podrían superar el millar

El ministro del Interior en funciones de Francia, Bruno Retailleau, advirtió ayer de que harán falta “días y días” hasta poder hacer un balance total de víctimas en las islas Mayotte, ubicadas en el océano Índico, devastadas el pasado sábado por el ciclón Chido. La cifra, que por ahora se sitúa en la veintena de fallecidos, podría elevarse a “varios cientos de fallecidos o incluso millares”, debido a la destrucción de los grandes barrios de chabolas del territorio. La isla principal, de 374 kilómetros cuadrados y 320.000 habitantes, fue arrasada por las rachas de viento de hasta 220 kilómetros por la hora y las fuertes lluvias, que dejaron, según las pocas imágenes disponibles y testimonios de habitantes, escenas apocalípticas. No hay agua potable, ni electricidad, ni red de telecomunicaciones en la mayor parte del archipiélago, donde empieza a escasear la comida. Las carreteras están cortadas y el aeropuerto internacional cerrado para los vuelos comerciales. Las autoridades temen la propagación de enfermedades como el cólera por el colapso de los sistemas de alcantarillado. Un primer avión llegó el domingo al aeropuerto de la capital Mamoudzou con ayuda.