UNIÓN EUROPEA PREVISIONES
La UE afronta un 2025 marcado por Trump y la debilidad de sus locomotoras económicas
La falta de liderazgos europeos puede fortalecer a Von der Leyen pero los problemas en unidad entre los 27 se auguran al alza. Francia y Alemania, tradicionales motores, tienen dificultades políticas
La Unión Europea afronta este 2025 un “año vital” para su futuro y seguridad, marcado por la debilidad del tradicional eje franco-alemán y el ascenso de una ultraderecha que se refleja en el estilo de liderazgo “narcisista” del futuro presidente de EEUU, Donald Trump. Así lo apuntan expertos como la investigadora del think tank CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs), Carme Colomina, que avisa de que Ursula von der Leyen “intentará” como presidenta de la Comisión Europea ocupar el vacío de liderazgos en Europa, pero tendrá complicado garantizar “la unidad que necesita la UE”.
El rol que finalmente Trump quiera jugar en Ucrania marcará también el futuro de un conflicto en el que la UE ha hecho un “gran esfuerzo” en un contexto con cada vez más “presión interna”.
Donald Tusk deberá emplearse a fondo para sortear los numerosos retos de la Unión Europea Los expertos ven a la UE en una encrucijada por saber si será determinante en la política mundial
Trump tomará posesión como nuevo presidente de EEUU el próximo 20 de enero, convirtiéndose en el líder más representativo de un nuevo estilo de liderazgo político “mucho más personalista, simbólico y gestual”.
Para Colomina, habrá que ver si la llegada de Trump a la Casa Blanca implicará que en el 2025 haya “cambios reales” en la política internacional o sólo “fuego de virutas”, el escenario que desde el CIDOB ven más probable. Esto también marcará, y mucho, el papel que pueda jugar la UE en el mundo, que peleará por sentarse en la mesa de negociación de unos conflictos que tiene en la puerta de casa.
La UE “tendrá que luchar por no verse excluida de una negociación sobre el futuro inmediato de un estado llamado a unirse al club comunitario y en el que se decide la seguridad del continente” como es Ucrania, admite Colomina. “En 2025 es vital para la UE estar en la mesa si hay una negociación en Ucrania”, añade.
El conflicto por la invasión rusa de Ucrania es uno de los que ha permitido a la UE, hasta ahora, mostrar más unidad de acción –a diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, con Israel y Gaza–, pero podrían empezar a surgir grietas.
“Los estados están endeudados, deben hacer unos esfuerzos, también económicos y presupuestarios, que traerán políticas de austeridad y, por tanto, nueva tensión social en sus países”, explica.
Dos de los estados más débiles en 2025 son, precisamente, los que eran tradicionalmente motores del proyecto europeo: Francia y Alemania. “Emmanuel Macron es un pato cojo, con gobiernos en minoría y malestar social”, avisa Colomina. Y Alemania está pendiente de las elecciones de febrero, donde la ultraderechista Alternativa por Alemania (AdF) sube con fuerza, empujada desde las redes por aliados de Trump como Elon Musk.
Todo ello, con un trasfondo complejo, con otros países europeos donde se ve el ascenso de fuerzas prorrusas, y con Oriente Próximo a la brizna del abismo.
En Siria, por ejemplo, hasta ahora la Unión Europea ha tenido una “reacción limitada y preocupante”, según Colomina, centrada únicamente “en temas migratorios”. “Ha sido una respuesta corta de miras desde el punto de vista geopolítico, y de seguridad, mucho más centrada en las tensiones internas que tienen algunos estados miembros” que en la política internacional, lamenta la experta de CIDOB.
Por todo ello, Colomina ve en 2025 “un año con más preguntas que respuestas”, donde la política que se hace “desde el malestar, el enfado e incluso el miedo”, empezará a aplicarse en países como los Estados Unidos y puede crecer, aún más, en la Unión Europea.
Polonia asume durante este primer semestre de 2025 la Presidencia rotatoria del Consejo de la UE, tomando el relevo a Hungría, en un año marcado por la incertidumbre económica, la guerra de Ucrania y la necesidad de reformar las políticas europeas.
Donald Tusk, un líder veterano y con gran experiencia en el contexto europeo, deberá emplearse a fondo para sortear los numerosos retos a los que se enfrentará la Unión Europea en áreas clave como la migración, la seguridad, la competitividad y las relaciones con EEUU, y al mismo tiempo intentará redefinir el papel de Polonia en el concierto internacional.
La seguridad en todas sus dimensiones (exterior, interior, informativa, económica, energética, alimentaria y sanitaria) será el eje central de Polonia al frente de la Presidencia rotatoria del Consejo de la UE.
Esto se traducirá en asegurar la financiación para el Escudo Oriental polaco, facilidades para la industria de Defensa europea, la completa eliminación de las importaciones de combustibles fósiles rusos y la búsqueda de soluciones para el desarrollo de tecnologías energéticas propias de la UE.
Además, Polonia, que ha liderado un endurecimiento de la política en materia migratoria que luego otros países han apoyado, abogará por tratar la migración como una parte de la política de seguridad europea, con el refuerzo de los controles fronterizos externos y la cooperación con terceros países.