Tensa reunión del Gobierno israelí para dar luz verde al alto el fuego

El Gobierno de Israel se reunió ayer para votar sobre el acuerdo de alto el fuego en Gaza horas después de que el gabinete de seguridad diera luz verde al acuerdo, así como el intercambio de rehenes por presos palestinos. La tensa reunión sobre el alto el fuego que debe entra en vigor mañana mismo se mantenía al cierre de esta edición. Todo pese a que el primer ministro cuenta con los apoyo suficientes para que el pacto salga adelante, pese a la oposición mostrada en las últimas horas por los ministros se Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir y el de finanzas, Bezalel Smotrich, que han amenazado con dejar de dar apoyo al Gobierno. Ambos pertenecen al untraderechista Partido Sionista Religioso, que gobierna en coalición con Netanyahu, y creen que Israel debe comprometerse a continuar la guerra una vez acabe la primera fase de la tregua, de 42 días. En este periodo se prevé que se liberen 33 rehenes israelíes, entre los que hay dos niños de dos y cinco años y sus padres, así como tres mayores de 80 años.

Estaba previsto que tanto el gabinete de Seguridad, como el Gobierno israelí, votasen el jueves la aprobación del alto el fuego en Gaza, tras más de 15 meses de guerra y liberará progresivamente a los 94 rehenes (vivos y muertos) que aún siguen en el enclave. Pero Benjamin Netanyahu acusó a Hamás de intentar lograr concesiones “de último minuto” y de querer incluir en el canje acordado a presos palestinos pesados acusados de homicidio de israelíes, por lo que canceló el voto dilatando el proceso que divide a la población del país.

En Gaza, los ciudadanos mantenían la respiración a la espera de la decisión del gabinete de Netanyahu, mientras los bombardeos del Ejército dejaron más de un centenar de muertos desde la noche del jueves, cuando Catar anunció el acuerdo para la tregua.

Mientras, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, afirmó, en su primera declaración desde que se anunció el acuerdo de alto el fuego, que el partido, que solo gobierna en áreas reducidas de Cisjordania ocupada, está listo para asumir “plena responsabilidad” en la Franja de Gaza durante la posguerra.