Fallecen 67 personas al colisionar un avión y un helicóptero militar en Washington

Un avión comercial en el que viajan 60 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación a bordo que procedía de Wichita (Kansas) colisionó ayer en el aire contra un helicóptero Black Hawk del Ejército de Estados Unidos sobre el río Potomac, en las proximidades del Aeropuerto Nacional de Ronald Reagan de Washington. En el aparato militar viajaban tres soldados que llevaban a cabo un vuelo de instrucción. Las autoridades locales confirmaron a última hora de ayer que por el momento se habían rescatado 28 cuerpos del agua del río –27 de ocupantes del avión y uno de un militar–, y aseguraron que no esperan encontrar supervivientes debido a las bajas temperaturas a las que se encuentra el agua, que en algunas zonas aún está congelada.

El suceso ocurrió sobre las 21.00 horas (hora local), cuando, por causa que se investigan, el avión comercial, de American Eagle, la aerolínea regional de American Airlines, que realizaba la aproximación para aterrizar en el aeropuerto, chocó a unos cientos de metros de altura con el helicóptero militar, que llevaba a cabo un vuelo de instrucción. El impacto provocó una gran bola de fuego que fue captada por las cámaras de seguridad del aeropuerto y ambos aparatos acabaron cayendo al río Potomac. Un audio de la torre de control del aeropuerto filtrado por la web LiveATC.net muestra como un controlador aéreo advirtió al helicóptero de la presencia del avión y le indicó que pasará “por detrás”.

Advirtió al helicóptero, donde iban 3 militares, de la presencia del avión y le dijo que ”pasara por detrás”

La federación de Patinaje Artístico de Estados Unidos informó de que 14 de sus deportistas, sus entrenadores y familiares que regresaban de un campamento iban a bordo del avión. Entre ellos se encontraban los rusos Yevgenia Shishkova y Vadim Naumov, campeones del mundial de patinaje artístico de 1994 por parejas, que trabajaban como entrenadores.

Trump culpa a las políticas de Biden y Obama del fatal accidente

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó ayer al piloto del helicóptero militar que colisionó con el avión comercial y atribuyó la culpa del siniestro a los controladores aéreos y a las políticas de diversidad promovidas por los Gobiernos de Barack Obama y de Joe Biden. Trump, que compareció desde la Casa Blanca horas después del accidente aéreo, el más grave en la historia de EEUU desde 2001, cuestionó la trayectoria del aparato militar y el hecho de que se encontrara a la misma altura que el avión comercial, pese a que las condiciones de vuelo eran óptimas. “Yo tengo helicópteros. Se pueden detener muy rápido. Tenía la capacidad de subir o bajar, de girar, y el giro que hizo no fue el correcto, obviamente”, aseveró. El mandatario, trató además de culpar del siniestro a las políticas de los Gobiernos de Obama y Biden, asegurando que los programas de diversidad, equidad e inclusión que promovieron, según él, redujeron los estándares en la contratación de controladores aéreos. “La Administración Federal de Aviación ha estado contratando trabajadores con discapacidades intelectuales severas, problemas psiquiátricos y otras condiciones”, dijo.