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Lleida y la segunda electrificación
La provincia la impulsó hace un siglo y ahora puede ser decisiva en el desarrollo de las renovables
Lleida fue protagonista hace más de un siglo de la electrificación de Catalunya. Las primeras grandes centrales hidroeléctricas que se construyeron en el Pirineo proporcionaron una alternativa a la quema de carbón, primero en la industria y después de forma generalizada. Desde entonces, las comarcas leridanas han sido un contribuyente neto al sistema eléctrico catalán, con una producción muy superior al consumo. En los últimos años han generado entre 4.871 y 5.784 GWh, mientras que consume poco más de 2.000 GWh anuales. Ahora afrontan un proceso similar, esta vez basado en las energías renovables y con el objetivo de convertirse en un relevo viable para las centrales nucleares. Hacerlo posible requiere cumplir algunas condiciones.
La primera es poner en marcha instalaciones para generar electricidad a partir de fuentes renovables. Los proyectos en curso suman más de un millar de MW de potencia entre centrales solares y eólicas, mientras que otros están en los primeros pasos de su tramitación. Ejemplo de ello son tres parques eólicos que Endesa promueve en Les Garrigues y que suman 149 MW. Sin embargo, las hidroeléctricas siguen llevando el peso de la producción eléctrica leridana, incluso en este año de sequía que la ha rebajado en un 36,6% respecto a la media anual, la menor en dos décadas. La falta de caudal amenaza con cerrar a partir de este mes las centrales de Talarn, Escales, Mequinensa, Gavet y El Pont de Montanyana.
HIDROELÉCTRICAS Generan más de la mitad de la energía que produce Lleida Incluso con sequía
Incluso bajo estas circunstancias adversas, las hidroeléctricas suponen más de la mitad de la generación de electricidad de Lleida y pueden tener un papel decisivo en la transición energética. Así, se plantea convertirlas en centrales híbridas, ya sea instalando junto a las presas paneles solares y molinos de viento que aprovechen las líneas eléctricas ya existentes para evacuar la energía. También está en estudio la posibilidad de desplegar paneles solares flotantes en los embalses. Al margen de la hibridación, se plantea interconectar pantanos ya existentes entre sí para crear nuevas centrales reversibles como las de Moralets y Sallente-Estangento.
Paneles solares para ahorrar electricidad en bombeos de agua del canal Algerri-Balaguer.
A la producción de electrici-dad a gran escala se suma el auge del autoconsumo solar. Lleida acoge más de 5.000 instalaciones y su número aumenta a un ritmo cada vez más rápido. La segunda condición para avanzar en la electrificación es tener redes capaces de evacuar desde la energía que generan grandes centrales solares y eólicas hasta los excedentes de pequeñas instalaciones de autoconsumo. Las de menor potencia evacuan en la red de distribución. Endesa, la principal operadora, invertirá en Lleida 82,4 millones en 1.300 kilómetros de líneas en 3 años, en el marco de un plan para reducir cortes de luz y contribuir al desarrollo de las renovables.
La tercera condición son unas condiciones de mercado favorables. Los contratos verdes que exigen un suministro procedente de fuentes renovables y los que compensan en el recibo de la luz los excedentes que paneles solares de autoconsumo vierten en la red contribuyen a ello. Sin embargo, electrificar la demanda de energía depende en buena medida de que los consumidores acaben constatando en sus facturas que producir electricidad con fuentes renovables reduce y estabiliza los precios.
CLAVES
Sequía eléctrica
La sequía de este año ha reducido sensiblemente la producción hidroeléctrica. Según datos de Endesa, que opera gran parte de las centrales leridanas, la generación de electricidad en sus instalaciones se sitúa en 1.717.419 MWh desde el pasado mes de noviembre, lo que supone un descenso del 36,6% respecto a la media anual, de 2.708.659 MWh. La falta de caudal ha obligado a detener la central de Rialb, gestionada por Acciona, mientras que Endesa podría cerrar a partir de este mes las de Mequinensa, Talarn, Escales, Gavet y El Pont de Montanyana.
Autoconsumo solar
El autoconsumo solar crece a un ritmo cada vez más rápido en las comarcas de Lleida, donde funcionan ya más de 5.000 instalaciones que suman 34,6 MW de potencia. La escalada de precios de la energía, espoleada por la guerra de Ucrania y las bonificaciones fiscales que ofrecen cada vez más ayuntamientos por instalar paneles fotovoltaicos, contribuyen a este crecimiento.
Compartir energía
La posibilidad de compartir la energía producida por paneles solares de autoconsumo se limitaba hasta octubre a un radio de 500 metros. Ahora este límite se ha ampliado hasta un kilómetro y el Gobierno ha anunciado que lo situará en dos kilómetros.