El periodismo de calidad tiene valor
El avalancha de noticias falsas y rumores malintencionados que circulan a través de la red a menudo contribuyen a desinformar. Por eso, la importancia de las redacciones profesionales de los medios de comunicación independientes toma, en estos momentos del siglo XXI, más relevancia que nunca. La prensa imprimida y digital que informa con independencia y rigor es un pilar fundamental de cualquier sociedad libre y democrática.
El periodismo de calidad tiene valor. Tiene valor económico, por una parte, porque es imprescindible que las empresas editoras inviertan recursos para hacerlas viables y, de la otra, también para que la ciudadanía pague un precio justo para recibir información veraz y contrastada. Pero todavía tiene más valor por la relevancia y la certeza de que aporta la información bien trabajada. Un valor que entronca con la fiabilidad y la aceptación de la comunidad.
Actualmente, el acceso masivo a contenidos digitales de suscripción es una realidad plenamente normalizada. Las plataformas de música y de contenidos audiovisuales nos lo demuestran cada día. Es pues una opción lógica que la ciudadanía acceda también a contenidos informativos por suscripción. Los medios de comunicación tradicionales ya están preparados para hacerlo. Que la ciudadanía entienda la importancia es el siguiente paso. Los medios tienen diseñadas fórmulas de suscripción en sus productos informativos que puedan adaptarse a las necesidades de sus lectores. La información se tiene que trabajar y, por eso, tiene que tener un precio.
El precio de la fiabilidad. La crisis del coronavirus o la guerra de Ucrania han sido terreno abonado para cuentos. Todo parece indicar que en futuras crisis políticas, económicas o la situación de emergencia climática que vivimos sean el germen de noticias falsas que se extiendan como una mancha de aceite por la red. Es responsabilidad de todos y todas contribuir a hacer viables a los medios de comunicación independientes y comprometidos con la sociedad. El periodismo es una profesión con una inherente responsabilidad con la ciudadanía y con los valores democráticos.
La Asociación Catalana de Editores de Diarios (ACED) quiere poner su grano de arena para contribuir a generar una sociedad crítica, con opiniones propias y bien fundamentadas, informada, libre y democrática. Y eso es posible con medios de comunicación independientes y que su viabilidad económica les permita tener en su plantilla a profesionales del periodismo comprometidos con su trabajo y con la sociedad.