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Banc Sabadell comercializa planes de pensiones de ciclo de vida
Banc Sabadell comercializa planes de pensiones de ciclo de vida que, además de adaptarse al perfil de riesgo de cada ahorrador, se ajustan a su momento vital y que ofrecen una elevada rentabilidad
Hoy en día nadie cuestiona la necesidad de ahorrar para completar los ingresos cuando llegue la hora de jubilarse. Ante una población cada vez más envejecida y con mayor esperanza de vida, es lógico pensar que las prestaciones que recibirán los futuros pensionistas serán más bajas que las actuales. Por ello, es preciso planificar la jubilación con calma y a largo plazo para garantizar que, cuando se llegue a esta etapa, se disfrute de una vida tranquila y sin sobresaltos, manteniendo el poder adquisitivo.
Entre las alternativas, la más popular en España es el plan de pensiones. Junto con los Planes de previsión asegurados (PPA) y planes de previsión social individual (PPSI) son los únicos productos de ahorro individual que permiten ahorrar para la jubilación con ventajas fiscales. De hecho, permite disfrutar de deducciones fiscales por el importe aportado en la declaración del IRPF del ejercicio en que se realiza. Así, desde el 1 de enero de este año, una persona puede aportar como máximo 1.500 euros al año a su plan de pensiones privado con derecho a deducción en la declaración de la Renta. Y este beneficio puede ir más allá. Según Inverco, si se reinvirtiera anualmente el ahorro en la declaración del IRPF debido a la aportación al plan, el importe acumulado al jubilarse sería un 40% superior.
MENOR LIMITACIÓN A partir de 2025 se podrán rescatar también las aportaciones con más de 10 años de antigüedad
Otra ventaja es su flexibilidad, ya que permiten hacer aportaciones periódicas o extraordinarias. Y también es posible legarlos a los heredros, de manera que tributarán como rendimientos del trabajo cuando se cobran y no por el impuesto de sucesiones en el momento del fallecimiento, como pasa en el resto de productos financieros. Por contra, su liquidez es limitada, de manera que solo pueden cobrarse en caso de jubilación, invalidez, fallecimiento, dependencia, paro de largo duración o enfermedad grave propia o de un familiar directo. Lo positivo es que al fijar restricciones, se evita la tentación de rescatar el dinero y destinarlo a un capricho. Sin embargo, a partir de 2025 se podrán rescatar las aportaciones con más de diez años de antigüedad.
Además de los planes de pensiones individuales, el mercado despliega otras alternativas, como los planes de empresa. Son planes que la firma ponea disposición de sus empleados para que, de forma voluntaria, complementen la pensión. Otras opciones al alza son los planes de previsión asegurados, considerados un producto idóneo para personas que se jubilaran en breve o tienen un perfil inversor muy conservador.
Asesoramiento, clave
En cualquier caso, ante tamaña oferta, lo más aconsejable es contar con el asesoramiento de un profesional como el gestor del banco. Analizará sus necesidades económicas y su capacidad de ahorro y diseñará una estrategia de gestión que se adaptará a los vaivenes económicos. Gracias a su conocimiento del mercado identificará los productos que mejor se ajustan a cada cliente.
Entre estos figuran los planes de ciclo de vida, que además de adaptarse al perfil de riesgo de cada ahorrador, se ajustan también al momento vital. Así, a medida que el inversor se acerca al momento de cobrar el plan, se reduce el porcentaje en renta variable y aumenta en renta fija, para que evitar oscilaciones. Experto en este tipo de productos es Banc Sabadell, cuyos productos se han situado entre 2019 y 2021 en los primeros puestos de los ránkings de Inverco de rentabilidad en categorías de Renta Fija Mixta y Renta Variable Mixta, con rentabilidades que a tres años oscilan entre el 6,18% y el 14,13%. De hecho, es la única entidad del mercado en proporcionar tres perfiles de riesgo diferentes, para que cada cliente elija lo que mejor se adecue a sus necesidades.
¿Qué contratar según la edad?
Cuanto ante se empiece a ahorrar, mejor. Es el consejo que formulan los expertos a la hora de preparar la futura jubilación. Tal vez un trabajador joven no pueda ahorrar más de un 5 o 10% del sueldo, pero a medida que asciende laboralmente, podrá aumentar el porcentaje hasta un 20%. Así, se calcula que para recibir una pensión de 200 euros al mes a partir de los 65 años, una persona de 35 años debe ahorrar unos 35 euros al mes; si tiene 45 años, el ahorro sube a 120 euros mensuales y si lo hace con 55 años, a 296 euros.
A la hora de escoger el plan de pensiones que mejor se adapta a las necesidades del ahorrador, destacan los ya mencionados planes de ciclo de vida, que permiten ir ajustando las aportaciones al plan en función de los ingresos. Si la jubilación ya está próxima, una alternativa interesante son los planes de previsión asegurados, PPA. Si bien su fiscalidad es idéntica a las de los planes de pensiones, tienen rentabilidad garantizada, lo que los hace idóneos para personas que prefieren estabilidad ante las oscilaciones del mercado. Existen diferentes modalidades, con rentabilidad a corto plazo y revisión periódica de los tipos, con rentabilidad garantizada a diferentes años para poder escoger la mejor opción.
Traspasar el plan de pensiones, ¿qué beneficios me aporta?
Sabadell ofrece hasta un 6% de bonificación al pasar el plan a la entidad
Traspasar un plan implica movilizar todas o una parte de las aportaciones realizadas por el titular, así como los rendimientos que se hayan generado a un plan distinto. Existen varias razones por lo que es aconsejable traspasar un plan de pensiones. De entrada, porque incrementa el rendimiento del capital invertido. En el caso de Banc Sabadell, ofrece hasta un 6% de bonificación por traspasar un plan a la entidad. Otros motivos son aprovechar situaciones de mercado donde se prevé un crecimiento, o, por contra, si se prevén pérdidas, reducir la volatilidad. En cualquier caso, el cliente que decide cambiar de entidad plan disfruta de los mismos beneficios del plan de pensiones y de los derechos consolidados, de manera que se mantiene la antigüedad de cara a los beneficios fiscales. Por ello, el plan puede rescatarse no solamente al jubilarse, sino cuando se producen contingencias como la incapacidad permanente, fallecimiento, etcétera. Además, si se trata de un producto individual, además del partícipe, también los beneficiarios que cobren la prestación pueden traspasarlo a la nueva entidad.
El procedimiento es sencillo. Solo hay que abrir un nuevo plan de pensiones en la entidad que se prefiera, fijar las aportaciones periódicas y solicitar formalmente el traspaso efectivo del plan. El resto de trámites quedan en manos de la nueva entidad, que prestará un asesoramiento profesional para que todo transcurra sin problemas.
Ahorrar hasta 10.000 euros
Las aportaciones al nuevo plan serán las que se pacten al contratar el producto. Si quien lo suscribe es un asalariado y no tiene un plan de empleo en su empresa, solo puede aportar un máximo de 1.500 euros al año. Sí, por contra, la empresa le aporta dinero a un plan de empleo, puede superar estos 1.500 euros, igualando lo que otorga la empresa. Y si es autónomo con empleados a sucargo, los planes de pensiones de promoción conjunta permiten ahorrar hasta 10.000 euros.
En caso de optar por un plan de retribución flexible que incorpore un plan de jubilación, se puede destinar hasta un 30% del salario bruto. En este sentido, la entidad es pionera en comercializar este tipo de producto, Sabadell Flex Empresa, que además incorpora un plan de jubilación de ciclo de vida.