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ENERGÍA | EL GRAN SALTO

El deporte mueve la comunidad

La Vall de Boí cuenta con dos pistas de baloncesto con diseño singular gracias al proyecto Rural Hoops

Las canchas de Erill la Vall y Boí se estrenaron hace dos años.

Las canchas de Erill la Vall y Boí se estrenaron hace dos años.

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El deporte despierta pasiones. Pone en forma, divierte y es un poderoso elemento de socialización. Y contribuye a hacer comunidad en territorios alejados de la urbe.

En Lleida dan fe las pistas de baloncesto de Erill la Vall y Boí, fruto de la intervención de Rural Hoops. Un proyecto artístico y social que aspira a expandir el deporte a cualquier rincón, fomentando los lazos entre sus residentes y favoreciendo el turismo rural. Para ello, recurre a la construcción y remodelación de pistas en espacios públicos y poco convencionales, dotándoles de un diseño singular. Todo ello le ha merecido ser una de las cinco historias finalistas de Liga Endesa de Corazón 2023, el programa social de Endesa y ACB, que pivota sobre el baloncesto, con un claro cometido: impactar de manera positiva en la sociedad a través de los valores deportivos.

“Rural Hoops permite aprovechar espacios no utilizados y llevar el baloncesto a lugares donde no está tan presente, como el medio rural”, apunta Ignacio Asensi, responsable de patrocinio de Endesa. Es uno de los cinco proyectos seleccionados sobre un total de 300 propuestas, recibidas a través de diferentes canales. “En una segunda fase, planteamos cómo llevar a cabo el proyecto seleccionado. Después se inicia una campaña de divulgación para que la gente pueda votar el mejor proyecto. El ganador recibirá una cantidad económica de 15.000 euros para su desarrollo.

Y es que esta disciplina es el corazón que mueve el patrocinio deportivo de Endesa, iniciado hace 11 años con el apoyo a la Liga Endesa, tanto masculina como femenina. “Buscábamos una notoriedad de marca, una repercusión, y queríamos asociarlo a una serie de valores que nos podían encajar, como los que transmite baloncesto, que apuesta por el trabajo en equipo, a aprender a ganar o perder”. El patrocinio ha evolucionado al compás de la sociedad. De esta manera, “si bien inicialmente proponíamos experiencias, ahora nos centramos en generar contenido”, indica Asensi. “Apostamos por el patrocinio con propósito, planteando proyectos que pueden aportar un grano de arena para impulsar el territorio”.

Más participación femenina

En colaboración con la FEB, Endesa ultima un proyecto para promocionar el baloncesto femenino. Un reciente estudio hizo saltar las alarmas, al demostrar cómo un elevado porcentaje de niñas entre 12 y 16 años abandonaban la práctica deportiva por incompatibilidad con estudios u ocio. Así que “intentamos aportar soluciones para frenar este abandono”, indica Asensi. “Hemos emprendido diversas acciones, como la grabación de una serie de 25 videos de jugadores y personalidades. Queremos trasladar a las niñas que no es necesario que se dediquen profesionalmente al baloncesto, sino que éste puede aportar mucho a su vida y se puede compaginar con otras actividades”. Una guía para padres y un documental donde se llevaba a cabo el seguimiento de 5 escolares del club Segle XXI durante un año son otras actuaciones.

“Buscamos espacios para dar visibilidad a zonas rurales”

Rural Hoops nació a iniciativa del director y fotógrafo Daniel Arróniz, fundador de Hoops Outside, una agencia creativa que pretende conectar baloncesto y arte. Rural Hoops se inició hace tres años, en plena pandemia y con el cierre de todas las instalaciones. En este contexto, “planteo la posibilidad de implantar el concepto de cancha pública, popular en Estados Unidos, pero a menor escala. Así que comenzamos a contactar con los ayuntamientos, buscando espacios para dar visibilidad a zonas rurales que viven del turismo”, explica Arróniz. En la Vall de Boí, “la alcaldesa, Sonia Bruguera manifestó su interés por sacarlo adelante”, de manera que se optó por remodelar dos pistas en Erill la Vall i Boí, financiadas por el ayuntamiento y la firma 24 segons.

Las diseñó Fernando Miranda, imprimiendo un “estilo muy minimalista y funcional con los colores de la zona, que se integrara bien en el entorno. Primamos el concepto menos es más”, indica. “No se trataba de crear un mural pensado a vista de dron, sino que el objetivo es que la gente disfrute de la pista”. La acogida ha sido positiva, venciendo incluso las reticencias de los más mayores. De hecho, “valoramos mucho dar visibilidad a las generaciones con más presencia en el medio rural”.

Para Arróniz, “es importante no solo habilitar la cancha, sino documentar todo el proceso, para que la gente conozca la historia del pueblo”. Ambos artistas han remodelado 25 canchas repartidas entre México, la India, Navarra y Catalunya y proyectan obras en Italia y UK.

Una vida vinculada al deporte con vocación social

Una de las protagonistas del documental grabado por Arróniz es Amparo Urbán. Muestra como la edad no es óbice para hacer algún toque o lanzar a canasta. Y como el deporte borra diferencias entre generaciones. Todo comenzó de forma casual. “Hace dos años, en Erill la Vall delante de la casa donde veraneamos, mi madre vio que estaban dibujando una pista y quiso probarla. Entabló conversación con Daniel y se interesó por el proyecto, animándose a hacer algunos toques. Su obsesión era jugar al baloncesto”, relata su hija, Susana. “El deporte es su vida. Cuando éramos pequeñas nos llevaba al baloncesto, y está vinculada al Club de Bàsquet Cat desde sus inicios, hace 50 años”. Fundado por Montserrat Vicent en 1973, el club fue uno de los impulsores del baloncesto femenino por toda Catalunya. Pero su impacto trascendía lo meramente deportivo. Hace medio siglo la Verneda era un barrio con diversas problemáticas, y el club contribuyó a desarrollar diferentes funciones sociales, lúdicas y saludables en beneficio de sus habitantes.

Amparo “valora los principios que transmite el baloncesto, como el compañerismo, saber perder, el hecho que ganar depende de todas. Siempre hay un respeto, tiene una dimensión más social”, señala su hija. Para Amparo, que“las chicas pudieran jugar al baloncesto era positivo, una manera de crear vínculos y fomentar la integración”.Por ello mantiene intacto el amor por el deporte a sus 85 años. Así que cada día, de lunes a viernes, se ejercita junto con Vicent, todavía en activo.

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