Endesa, Trenca y el Crarc crean una reserva para la tortuga mediterránea en Les Garrigues
En Bovera, donde ya han liberado unos 300 ejemplares para estudiarlas y contribuir a su reintroducción en estado salvaje
Las tortugas liberadas en las fincas llevan un chip subcutáneo para facilitar su identificación y estudio.
La Vall Major de Bovera, en Les Garrigues, alberga un auténtico balneario para la tortuga mediterránea, un reptil herbívoro y diurno que vive unos 40 años y que se encuentra en peligro de extinción, con solo unos 8.500 ejemplares en libertad en Catalunya. Se trata de un espacio natural custodiado fruto de un proyecto de Endesa, la asociación conservacionista Trenca –de ámbito nacional y afincada en Lleida– y el Centre de Recuperació d’Amfibis i Rèptils de Catalunya para la creación de una reserva genética y reproductiva estable para la especie donde poder estudiarla y, en un futuro, contribuir a su reintroducción en estado salvaje. La acción forma parte del Plan de Conservación de la Biodiversidad de Endesa (ver desglose).
En este sentido, la compañía eléctrica financió la adecuación de varias fincas propiedad de Trenca que suman unas 20 hectáreas y que están perimetradas con verjas, con el fin de evitar la entrada de posibles depredadores como zorros o jabalíes y para que las tortugas no salgan de este refugio. En la misma línea, Endesa construyó también dos balsas impermeabilizadas con arcilla de unos 400 y 100 m² de superficie que, según Alfons Pera, técnico de Trenca, “favorecen también a la reproducción de anfibios y permite al resto de animales que habitan en la zona disponer de puntos de agua accesibles”.
Asimismo, las fincas son usadas también para cultivar olivos con los que Trenca produce aceite ecológico, con el fin de demostrar que agricultura y vida salvaje son compatibles. En cuanto al Crarc, se encarga de aportar gran parte de los reptiles que viven en la reserva, muchos de los cuales fueron decomisados al estar su tenencia doméstica prohibida por la ley. Desde 2016 se han liberado alrededor de 300 ejemplares, y el último censo llevado a cabo indica que la supervivencia de estos animales es de entre un 50 y un 60%, “todo un éxito para un proyecto de estas características” según afirman los responsables del proyecto, que explican a su vez que han detectado crías y nidos con huevos.
Perros adiestrados para llevar a cabo los censos de tortugas
Olivia y Jara son dos perras adiestradas para buscar tortugas
Los técnicos del proyecto llevan a cabo seguimientos periódicos de la población de tortugas en las fincas de forma regular y en distintas épocas del año. Para ello se ayudan de perras adiestradas que actúan como detectores biológicos y que provienen del Equipo Canino para la Conservación de Trenca (ECCO-Trenca). “Olivia y Jara –dos de las perras del equipo– son mucho más efectivas que los censos tradicionales con investigadores humanos”, afirma Alfons Pera, que añade que “están educadas para tratar a las tortugas con delicadeza”. Para hacer seguimiento de los ejemplares y poder estudiarlos a lo largo del tiempo, los técnicos usan también para identificarlas chips subcutáneos o los patrones de sus caparazones, que son únicos.
Lleida, centro del Plan para la Conservación de Endesa
El estudio del búho real fue otro de los proyectos de Endesa
La reserva para tortugas en Bovera es solo uno de los treinta proyectos que Endesa impulsa en el marco de su Plan para la Conservación de la Biodiversidad, que tiene como objetivo la mejora y el mantenimiento del patrimonio natural del territorio, incluyendo su consideración en la toma de decisiones para su desarrollo empresarial. Lleida acoge gran parte de ellos “debido a su gran capital natural, caracterizado por la diversidad y que debe ser protegido”, explica Inmaculada Ordóñez, técnica de Endesa que coordina los proyectos que se llevan a cabo en la demarcación. El enriquecimiento de la biodiversidad en áreas oseras del Pirineo o el seguimiento del búho real para reducir su mortalidad, también en Les Garrigues, son algunos de los otros.
