BBVA, con la economía de proximidad
Damos respuesta a personas en situación de vulnerabilidad
La Asociación Alba impulsa proyectos como el espacio comunitario de Sant Martí de Maldà, abierto a ciudadanos y entidades del Urgell y la Segarra
Garantizar la inclusión laboral y social de los colectivos vulnerables es la razón de ser de las entidades del tercer sector. En las tierras de Ponente, una de las más activas es la Asociación Alba de Tàrrega, una entidad sin ánimo de lucro que atiende a 351 personas con discapacidad, 1.684 beneficiarios directos y mujer trabajo a 298 profesionales. Sobre los proyectos de la Asociación habla la responsable de comunicación, Anna Homs.
¿Qué es la Asociación Alba?
Nació en 1975 de la mano de familias del Urgell y la Segarra que tenían hijos con discapacidad y con el impulso de Cáritas Parroquial. Primero se centró en el ámbito educativo, creando la escuela Santa Maria de l'Alba. Posteriormente se enfocó hacia la mejora de la autonomía personal, para lo cual nació el centro especial de trabajo apostando por la diversificación de actividades. Ha crecido mucho, de manera tal que prestamos una atención de 360 grados, abordando todos los ámbitos de la vida, sean laborales, residenciales, cultural o de ocio.
¿Cuál es el perfil del usuario?
Si bien inicialmente eran personas discapacitadas, alrededor del 2000 abrimos el abanico a personas con enfermedades mentales con la idea de darles apoyo para acceder al mundo laboral. En el 2008 ampliamos el radio a colectivos en riesgo de exclusión, de manera que ahora nuestro usuario es una persona con situación de vulnerabilidad.
¿Habéis ampliado servicios?
En la misma línea hemos abierto un obrador, restaurante, lavandería industrial y jardinería. El hecho de diversificar actividades nos permite cierto margen de maniobra, así que si un ámbito no acaba de funcionar, lo compensa el otro. Responde a nuestra convicción de que las personas con discapacidad tienen que poder vivir en comunidad. Apostamos por una metodología de trabajo centrada en la persona, queremos acompañarlos en la realización de sus deseos e ilusiones, darles los recursos y servicios para encarar su proyecto de vida en la medida de lo posible. Queremos luchar contra el estigma.
¿Creéis a hacer red con otros agentes del territorio?
Tenemos proyectos como lo que hemos terminado con Laumont para elaborar un producto propio, una galleta gourmet. Por otra parte, con la voluntad de acercar los servicios a las personas para mejorar la calidad de vida, nos hemos focalizado en abrir nuevos centros o pisos en Agramunt, Verdú, Guissona o Bellpuig.
¿Cuáles son vuestros proyectos?
El más remarcable es el espacio comunitario de Sant Martí de Maldà, abierto a personas y entidades de la zona. Además de funcionar como hogar residencia para personas con discapacidad y centro ocupacional, operará también como centro de día para las personas mayores. Dispone de una sala polivalente y, como valor añadido, salas multisensoriales, un espacio de salud y una piscina para llevar a cabo terapia multisensorial, disponible para personas con discapacidad, enfermos de Alzheimer o niños de jardines de infancia. Queda pendiente terminar el área de jardines. Al estar ubicado en un entorno rural, donde tal vez faltan servicios, tendrá un impacto social, económico y cultural.
¿Apostáis por la sostenibilidad?
Tenemos en marcha un plan energético. Hace dos o tres años empezamos la implantación de placas solares, unas doscientas en nuestra sede de Tàrrega, y la idea es extenderlo en el resto de equipamientos. Disponemos de dos coches eléctricos y una furgoneta eléctrica para gestionar la lavandería industrial y apostamos por el reciclaje, la lucha contra el despilfarro alimentario y la minimización de residuos.
¿Y la digitalización?
En la lavandería industrial, en los CAPs de Lleida y los hospitales Arnau y Santa Maria, hemos implantado un chip en las prendas de ropa para hacer un seguimiento y evitar que se pierdan. A escala asistencial, hemos puesto en marcha un programa en el cual vertemos los datos de los usuarios, con toda la información personal, objetivos, deseos o expediente médico. La idea es que el programa nos ayude a prestar una mejor atención.
¿Para materializar estas iniciativas, habéis recibido apoyo?
BBVA ha sido el banco en que hemos confiado desde el principio. Nos ha apoyado en el ámbito de la vivienda, de manera que hemos podido adquirir pisos y fijar un alquiler social, hecho que ha supuesto un antes y un después para muchos de los usuarios. También nos han prestado apoyo en materia de placas solares y en el funcionamiento del día a día, ya que tenemos que procurar que la entidad siga llevando a cabo sus servicios.