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Semillas Batlle, del Maresme del siglo XIX a la cebada contra el colesterol

Aquel joven hortelano llamado Joan ya apuntaba maneras. Desde sus tierras del Maresme, publicó manuales para jardineros y cultivadores agrícolas hace más de 200 años. Su curiosidad le permitió crear una impresionante base genética de semillas, que tras su unión con la familia Batlle dio lugar a uno de los negocios más antiguos de la península. El Grupo Batlle exporta simiente a medio mundo. Y aquel legado de innovación acaba de lograr una cebada contra el colesterol.

Imágenes históricas de la empresa, con Joan Nonell a la cabeza.

Imágenes históricas de la empresa, con Joan Nonell a la cabeza.

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PRODIGIOSO VOLCÁN

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Allá por 1802, el hortelano Joan Nonell i Vinyes comenzó a comercializar semillas y plantas en el Maresme, a donde había llegado su familia, décadas antes, procedente de Irlanda. El carácter innovador se aprecia desde el principio, cuando se instala con su esposa en una masía, sede de la saga durante más de dos siglos. Además de abrir la primera tienda de simientes en Barcelona, Joan publicó guías prácticas para jardineros y horticultores. En 1889, el Ministerio de Fomento premia a Semillas Nonell por su contribución al progreso del sector agrícola.

La unión familiar hace la fuerza

Es a comienzos del siglo XX cuando la familia Nonell se une a los Batlle, una familia leridana dedicada a la producción agrícola y especializada en la exportación de semilla de alfalfa en Europa. Los hermanos Batlle Ramón y Francisco adquieren la empresa comercial de Barcelona y comienza la expansión de lo que hoy conocemos como Semillas Batlle. En la actualidad, la compañía se divide en dos grandes áreas, un canal para huerto y jardín y la división de grandes cultivos, la más importante para la compañía y que supone un 65 % de la facturación.

David Giné, CEO de Semillas Battle, durante la 
entrevista.

David Giné, CEO de Semillas Battle, durante la entrevista.

Un huerto y un jardín de calidad

Hay consumidores que tienen un pequeño huerto en casa, una hectárea de terreno para cultivar, un jardín casero en una terraza o una zona repleta de flores. Es a estos perfiles a quien va dirigido el canal Huerto y Jardín de Batlle, donde destaca una amplia gama de semillas hortícolas, aromáticas, bulbos o brotes, a fertilizantes, fitosanitarios y otros productos para personas que buscan facilidades de uso, calidad y presentación.

Detalle de plantas de melón obtenidas “in vitro” 
para fijar los genes deseados.

Detalle de plantas de melón obtenidas “in vitro” para fijar los genes deseados.

Un legado de innovación

El valor añadido de la empresa es su base genética, con muchas variedades y muy antiguas, y su carácter innovador. La compañía fue pionera en estudios científicos, por ejemplo del guisante. “Nuestros recursos genéticos son muy grandes y nos permiten elegir y evolucionar para conseguir semillas que se adapten a las condiciones climatológicas actuales. Haber empezado en el siglo XIX ha ampliado nuestro conocimiento para ver qué funciona y qué no”, explica David Giné, CEO de Semillas Batlle y con más de diecisiete años de experiencia en la empresa.

Cultivo de cereales en cámara de Speed breeding donde se agiliza la evolución genética.

Cultivo de cereales en cámara de Speed breeding donde se agiliza la evolución genética.

Cebada contra el colesterol

Hoy en día, la investigación sigue jugando un papel protagonista. Su último proyecto tiene que ver con desarrollar una cebada rica en betaglucano, un polisacárido que estimula el sistema inmunológico y reduce el colesterol. La idea es lograr que esa cebada pueda comerse en copos en el desayuno, esparcida en una ensalada o como una rebanada de pan que transfiera bienestar. “Es algo que no se buscaba pero que pudimos comprobar en distintos ensayos. El siguiente paso podría ser elaborar una cerveza, cuya base sea la cebada, con alto porcentaje en betaglucano. Si se consigue, nos haremos ricos”, bromea el director general.

El tiempo lo es todo

En el mundo de la comercialización de semillas, saber esperar es esencial. “Creamos un tatarabuelo y lo que comercializamos es un bisnieto. Antes se tardaba en desarrollar una variedad entre 10 y 12 años, ahora lo conseguimos en no más de 6 años a base de prueba y error y gracias a nuestros bancos de germoplasma, donde hay distintas calidades y caracteres para lograr plantas que, por ejemplo, aguanten mejor las temperaturas y aprovechen mejor el agua”, comenta Giné. Cruzando distintas partes de las mejores plantas se consiguen variedades viables para el campo. Ahora, Batlle dispone de unas 120 variedades de semillas PBR (Plant Breeders Right) activas, es decir, tanto en conservación como en comercialización. “Podemos trabajar en el desarrollo de más de 1.000 cruces anualmente pero solo verán la luz 4 o 5, es una selección muy restrictiva atendiendo a las necesidades del mercado, de la industria y el comercio”.

La empresa ha apostado por la tecnología para desarrollar las semillas

La empresa ha apostado por la tecnología para desarrollar las semillas

Producción estratégica y con diversidad climática

Más del 50 % de la facturación –32 millones de euros en 2023 – procede de la exportación a países como Francia, Italia, Alemania, Bélgica, Reino Unido, Canadá, EE. UU., Marruecos, Argelia o Turquía. Para su producción, posee más de 15.000 hectáreas de cultivo repartidas por lugares estratégicos y con diversidad climática en España y el exterior. Coincidiendo con el inicio del siglo XXI, se produce un cambio en el modelo de negocio apostando por “una semilla más tecnológica, más pura y de valor superior”. En 2024 ha abierto en Torrente de Cinca (Huesca) una moderna planta industrial de 45.000 metros cuadrados que se une a la superficie de envasado y suministro de Bell-lloc (Lleida), la fábrica de sustratos de Talavera de la Reina (Toledo) y la sede central de Molins de Rei (Barcelona).

Un trabajador descarga el trailer en el único proceso manual de la nueva planta

Un trabajador descarga el trailer en el único proceso manual de la nueva planta

Un capital humano de 110 personas

Aquellas escenas de personas separando el grano de la paja en los trigales es historia. Actualmente, Batlle recibe un camión y una sola persona cualificada al frente de un ordenador puede extraer una muestra y validarla, descargar el trailer y almacenar en un silo de 30 metros de altura, realizar la selección, verificar la calidad y hacer que salga en distintos formatos desde sacos de 10 a 25 kilogramos en Big Bags de 500 a 1.000 kilogramos. “Antes –explica Giné– se necesitaban muchas personas y aunque hoy seamos 110 empleados en las distintas sedes y fábricas, el gran activo de la empresa sigue siendo el capital humano, que es muy cercano y transparente. Queremos que todos se sientan partícipes”.

Interior de la zona de alimentación de los silos con transporte neumático

Interior de la zona de alimentación de los silos con transporte neumático

Más allá de la sostenibilidad

La sostenibilidad ya no solo está relacionada con la movilidad o la reducción de consumos de energía o envases plásticos. Ahora es importante también inventar variedades de semillas que ayudan a luchar contra las consecuencias del cambio climático. Según su director general, “tenemos leguminosas que contribuyen a una mejor rotación de cultivos fijando nitrógeno al suelo y preparándolo para el futuro o plantas capaces de producir lo mismo con menos recursos hídricos y fertilizaciones. Sin olvidar el desarrollo de proteínas vegetales no solo a partir de la soja sino también con otras leguminosas”.

Infografía en la que se muestra las plagas más comunes en los huertos

Infografía en la que se muestra las plagas más comunes en los huertos

Una semilla pura en un 99%

La producción estimada para este año es de más de 20 millones de kilos de semillas de cereales (cebada, trigo, avena, centeno, sorgo, etc.), leguminosas (veza, guisante, garbanzo…), oleaginosas (girasol para uso industrial y humano) o forrajeras (alfalfa, Raygrass, Festuca). En este punto, las nuevas tecnologías están implementadas en todos los procesos. Giné pone el ejemplo del movimiento de la semilla, “que se hace en un transporte neumático a baja velocidad dentro de una tubería y que nos permite hacer saltos de barrera para pasar de cota 0 a cota 35 en un silo, enviarlo a selección en cota 30 con pocas personas y sin peligro de que se mezcle o destruya el producto”. La limpieza es el otro punto clave, por eso funcionan máquinas que separan la semilla por tamaño, forma, peso o color. “Y luego está la que hace el tratamiento de encapsulado, peliculado, pildorado y bioestimulado. Al final llega un producto de campo que es una semilla pura en más de un 99 %”.

Cada variedad tiene una temporalidad según sus características

Cada variedad tiene una temporalidad según sus características

MANIFIESTO

Más allá de las grandes ciudades existen relatos de empresas que valen la pena conocer. Empresas que tienen un vínculo especial con los pueblos y los territorios donde han edificado su particular manera de dirigirse a sus clientes. Son negocios que, al igual que Banco Sabadell, han contribuido al desarrollo socioeconómico de esos lugares donde, un día, quisieron abrir las puertas y mantener el compromiso con sus gentes. Conoce su historia de primera mano en este proyecto.

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