Dimisión no aceptada de Serna
El técnico puso ayer su cargo a disposición de la junta, que le ratificó en el cargo
Jorge Serna dio ayer un paso al frente tras la debacle de Granada y puso su cargo a disposición de la junta directiva, que rechazó destituirle, ratificando así su confianza en el técnico aragonés. Después de la demoledora derrota sufrida en tierras andaluzas, la más abultada en la historia del club (39 puntos), las reuniones se sucedieron. Nada más acabar el partido, Serna y su segundo, Jordi Guardia, mantuvieron una primera toma de contacto con los capitanes, Miki Feliu y Ablaye Mbaye, para evaluar la situación, y ayer lo hicieron con toda la plantilla. Por la tarde, después de la sesión preparatoria, el directivo Albert Aliaga habló con los jugadores en la misma pista, a los que pidió una mayor implicación y actitud. Más allá de las derrotas, la principal preocupación del club se centra en la imagen que ha ofrecido el equipo en los últimos partidos frente al Valladolid, Cáceres y, sobre todo, Granada, hasta tal punto que se les ha amenazado con aplicarles sanciones, ya sea a base de multas económicas u otras medidas disciplinarias si no se mejora la actitud. Y es que el ICG Força Lleida, que encadena tres derrotas y mantiene un margen de dos victorias sobre la zona de descenso (bajan tres), afrontará cinco partidos en cuatro semanas que serán determinantes para el futuro del equipo a corto plazo. Después de recibir el viernes al colíder Gipuzkoa, los de Jorge Serna visitarán de forma consecutiva a cuatro rivales directos: Huesca, con el que están igualados a tres triunfos, y Oviedo, Marín y Canoe, tres equipos situados actualmente en las cuatro últimas posiciones