Las protectoras de animales, al límite

Este verano está siendo muy complicado para las protectoras de animales y es que en muchos casos han registrado más del doble de entradas de perros abandonados respecto a las adopciones desde el pasado mes de junio. En la Protectora d’Animals de Tàrrega, por ejemplo, han entrado 15 perros y han dado en adopción a 6, uno de los cuales se encuentra en acogida definitiva, hecho que significa que los gastos corren a cargo de la protectora. Mireia Segarra, voluntaria del equipamiento, explicó que “aparte de haber muchas entradas, la mayoría de estas son urgencias y requieren operaciones, hecho que nos ha supuesto un incremento de los gastos”.

Una situación muy parecida es la que han vivido estos meses en la protectora Amigos Peludos Bajo Cinca, donde han registrado cerca de 45 entradas y tan solo han dado en adopción a 5 animales en todo el verano. “Estamos viviendo una situación horrible. Lo que más está llegando son gatos, para los que no tenemos sitio, y cachorros de perro.

Lo peor todavía no ha llegado y creemos que con el final de las vacaciones la situación se agravará todavía más”, explicó a SEGRE la responsable de la entidad, Núria Oró. Desde la protectora de Tàrrega también muestran su “preocupación por si la tendencia de este verano sigue”. Si bien reconocen que habitualmente el verano es flojo en lo que respecta a las adopciones, en la de Tàrrega lo normal era que siguiera habiendo, ya que “muchos aprovechaban las vacaciones para cubrir la fase de adaptación”, pero este 2022 se han paralizado.

Sus responsables lo atribuyen a las ganas de salir y de viajar después de dos años de restricciones por la pandemia de la Covid. En lo que va de año, la Protectora de Tàrrega ha registrado 57 entradas de animales, de las que 6 han vuelto con sus familias, y 47 salidas (42 adopciones y 5 acogidas definitivas). Según Segarra, el buen ritmo de adopciones durante el primer semestre del 2022 les ha permitido no aumentar considerablemente la ocupación de sus instalaciones.

No obstante, ahora hay una decena de animales más y tiene unos 60. A este contexto se le suma que en la actualidad la Protectora de Tàrrega tiene media docena de perros ‘complicados’ que tienen que estar solos, hecho que les ocasiona problemas de ubicación.

Menos fondos al caer las aportaciones privadas

El aumento de animales acogidos no es el único problema de las protectoras. En muchas ocasiones, estas son proyectos personales en los que los responsables se encargan de costear todos los gastos necesarios. Con el tiempo, muchas de estas asociaciones han conseguido la colaboración desinteresada de terceros que, a través de un pago mensual o anual, ayudaban en los gastos de las protectoras. Tras los dos años de pandemia y las dificultades económicas que sufre gran parte de la población, esta ayuda desinteresada se ha visto también muy afectada.

En el caso de la protectora situada en La Granja d’Escarp, Amigos Peludos Bajo Cinca, el número de socios ha bajado de 40 hasta los 20. Según explicó a este periódico la responsable de esta protectora, Núria Oró, “recibimos 500 euros al mes gracias a unas donaciones de 1 euro que habilitamos en teaming.net, todo lo demás sale de nuestro bolsillo. No pedimos dinero a nadie, pero exigimos que los ayuntamientos dediquen más recursos en solventar el problema de los abandonos”.