¡Pongámonos todos las pilas!

¡PONGÁMONOS LAS pilas! Las leyes pueden cambiar, los gobiernos pueden marcarse objetivos, pueden proponer proyectos de futuro, como el proyecto de la ONU “Por un planeta 50-50 en 2030”. Los organismos internacionales, y también los nacionales por supuesto, pueden tomar medidas para ayudar pero de nada sirve si las mujeres no nos valoramos a nosotras mismas, si nos consideramos inferiores tanto en lo personal como en el mundo laboral o, incluso, si continuamos pidiendo permiso para triunfar. La lucha por la igualdad efectiva y real es una lucha individual de todas nosotras pero también una lucha colectiva de todos. Mujeres y hombres.

Nosotras debemos convencernos aún más que podemos situarnos al mismo nivel que ellos y que la ruptura de estereotipos sexistas sigue siendo una prioridad. Ellos no tienen que ver la igualdad como un problema y deben convencerse que si avanzamos juntos, gana la sociedad. La de ahora y la del futuro. Porque no vale únicamente luchar por cambios legislativos. No vale únicamente aspirar a la equidad salarial o laboral. Se trata también de cambiar la manera de pensar y de actuar. Como dijo Gandhi: “Si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo”. Ya es hora que creamos en nosotras mismas. Se trata de tomar las decisiones correctas y trabajar duro por un objetivo sin perderlo de vista. Nos lo tenemos que creer.