SEGRE

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Estamos acostumbrados a todo, pero lo último que esperábamos es que el temido ministro de Economía, Cristóbal Montoro, pudiera convertirse en aliado del procés. Sus declaraciones asegurando que no se había destinado ni un euro del erario público al referéndum del 1 de octubre se cargan literalmente la tesis de malversación de dinero público del juez Llarena. En las redes no daban abasto a comentar la jugada o a criticar a uno u otro según tocara, pero el juez se lo ha tomado en serio y le ha enviado un requerimiento a Montoro para que aporte a la mayor brevedad el soporte objetivo concreto que contradice las fuentes de prueba de la instrucción de la causa. Después de que Alemania se cargue la rebelión, Montoro elimina la malversación. ¿Qué le queda a Llarena?

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