Privado
Robert Martínez no es pitoniso
El seleccionador de Bélgica, Robert Martínez, se dio ayer un baño de multitudes en su Balaguer natal, que lo nombró hijo predilecto. Martínez se mostró muy cercano y explicó muchas anécdotas de su exitosa vida deportiva, pero también de sus inicios. Con tan solo 16 años lo fichó el Zaragoza. En la capital aragonesa hizo COU y la selectividad. Le fue bien, pero suspendió una: inglés y por poco no entra en Fisioterapia, que era su primera opción. No le dio mucha importancia. “Para lo que me servirá en Fisioterapia”, pensó. Un año después fue a parar al fútbol inglés y toda su carrera ha transcurrido en el extranjero, por lo que el inglés le ha servido mucho más de lo que intuyó siendo un adolescente. Ha sido vital, de hecho. Mejor publicidad para una academia de idiomas no se puede pedir.