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El último pleno de la Diputación de Lleida que se celebró ayer fue la jornada de despedidas de los que se van, aunque faltó el más esperado y la silla del que fue presidente de la corporación, Joan Reñé, quedó vacía. Los asistentes aprovechaban para felicitar al que será nuevo presidente, el alcalde de Bellvís, Joan Talarn, de ERC, y todos se preguntaban si “lo de Barcelona” tendría repercusiones. Aquí todos decían que el pacto entre ERC y JxCat se mantiene “a hores d’ara” y no tiene por qué cambiar, pero alguno recordaba que el pleno de Barcelona es el jueves y el de Lleida el viernes. Y que allí puede salir malparada ERC si se mantiene el pacto PSC-JxCat, mientras que aquí ERC tiene otras opciones, hasta gobernar sola, y castigar a sus socios. ¿Se acuerda de Tàrrega y Cervera?

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