Respetar la historia reciente

El portavoz de JxCat, Albert Batet, empezó su intervención en el debate de política general recordando que ayer se cumplían 46 años de la detención de Puig Antich que, tras un consejo de guerra fraudulento, “se convirtió en la última víctima por pena de muerte en España al ser ejecutado en 1974”. Acierta Batet con la detención del anarquista catalán, pero se equivoca al considerarle la última víctima de la pena de muerte en España porque desgraciadamente otros 5 antifranquistas fueron ejecutados un año después, el 27 de septiembre de 1975 con el dictador agonizando. Fueron tres militantes del FRAP, Sánchez Bravo, García Sanz y Baena Alonso y otros dos de ETA, Ángel Otaegui y Juan Paredes Manot, que fue fusilado en las cercanías de Cerdanyola. Conviene que nadie lo olvide.