Privado
Violeta tirando a burdeos
Los colores se han convertido en los últimos tiempos en todo un símbolo ideológico e identitario y, si el amarillo ha sido el gran protagonista de los dos últimos años en Catalunya, el violeta lleva muchas décadas simbolizando la lucha feminista por la igualdad. Para reafirmar el apoyo a la lucha contra la violencia machista, ayer se tiñeron de lila las aguas de la fuente de la plaza de la Pau de Lleida, pero sea porque el morado es una mezcla de azul y rosa difícil de lograr en el agua, o porque no se guardaron bien las proporciones, la verdad es que el color del agua era más bien vino burdeos. Pero lo que cuenta es la intención contra esta lacra que no cesa y que se ha cobrado ya 52 víctimas este año en España, ocho en Catalunya, y que entre todos tenemos la obligación de parar.