Porras en la subdelegación

Hemos empezado el periplo de recepciones navideñas que ahora se concretan en desayunos en los que cada institución busca su toque original. El lunes fue en la subdelegación del Gobierno, donde hace unos años nos agasajaban con huevos fritos, que han tenido que cambiar por cuestiones de intendencia, y este año José Crespín obsequió a la prensa con unas porras caseras, ese postre parecido a los churros pero que tiene una polisemia polémica en los tiempos que corren. Una compañera explicaba que le habían mandado el mensaje de que había “porras en la subdelegación” y se temía lo peor. En la Generalitat fueron más clásicos y siguen con la tradicional coca y chocolate y cava para el brindis, después del discurso de Ramon Farré, que es el “peaje previo” para el desayuno.