Esperando la llamada

Los socialistas de Lleida celebraron ayer su desayuno de Año Nuevo y la broma que hacían con los periodistas es que estaban esperando la llamada de Moncloa por si les ofrecían un cargo en el futuro gobierno de coalición. Tal como va el goteo de filtraciones, ya queda poco por adjudicar, pero lo que se da por seguro es que Teresa Cunillera continuará al frente de la delegación del Gobierno en Catalunya. Porque ha hecho una buena labor en tiempos complicados, porque mantiene su capacidad de interlocución con todos y porque cuenta con la confianza de Pedro Sánchez en una etapa en que la agenda catalana será decisiva. Además, su amigo, el secretario de organización del PSC Salvador Illa, será ministro de Sanidad. Y si Cunillera sigue, casi seguro que José Crespín también.