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Si los primeros días de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus dábamos cuenta de que muchos supermercados tenían estanterías vacías por la compra compulsiva de muchos clientes, arrasando con las existencias de productos cárnicos y de papel higiénico, ahora la tendencia ha cambiado. Según personal que trabaja en estos comercios, los compradores ahora suelen llenar mucho menos sus carros para poder salir más a menudo, a la vez que optan, además de por productos básicos de alimentación, por otros más delicatessen para tomar el aperitivo en sus terrazas y balcones. Por cierto, que muchos de los que secundaron ayer la llamada para tomar un vermut tras la misa de Ramos virtual cumplieron a rajatabla con lo de ir vestidos con sus mejores galas.

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