El lío del carnet inmunitario

El pasado domingo Quim Torra incluía en su decálogo para el desconfinamiento la implantación de un carnet o pasaporte inmunitario, una de las propuestas del epidemiólogo Oriol Mitjà, que asesora al presidente. Al día siguiente, otro de los asesores de la Generalitat, el jefe de Epidemiologia del Clínic, Antoni Trilla, mostraba sus reticencias por considerar que era una intromisión con reparos jurídicos y bioéticos. Al parecer, también había discrepancias sobre la medida en las consellerias de Salud y de Interior, que tampoco lo veían claro. Ayer, la consellera Budó explicó que de momento el carnet está aparcado “porque buena parte de la población cuestiona la medida por razones médicas y sociales”. Ya se verá, pero ha habido debate entre los epidemiólogos y entre los políticos.