La rebelión de los pueblos

Tiene razón la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cuando dice que la ley que prohíbe a los ayuntamientos gastar su superávit no la hizo el PSOE, sino el PP, pero obvia que los socialistas podrían levantar el veto en lugar de pedir a los consistorios duros a cuatro pesetas. A los que tienen ahorros, ofreciéndoles dejarles gastar una parte de su dinero a cambio de ceder el total al Estado, con intereses negativos si firman un préstamo a 10 años, y de unos irrisorios 0,05 puntos si lo hacen a 15. Estamos acostumbrados a ver de todo últimamente, pero ceder el ahorro municipal, que es suyo, a cambio de poder gastar una parte es de nota. Y el cinismo de Podemos también merece premio: se abstiene, con lo que el PSOE impone su mayoría y ahora se queja. ¡Haber votado no!