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Días de frío intenso en Lleida, pero con sol, parece que se sobrellevan mejor. Ayer, día de comercios abiertos, el popular flan de la plaza Sant Joan estaba lleno de compradores que, a falta de terrazas por las restricciones horarias, descansaban en las escaleras. Cuando reabrieron los bares, la actividad se trasladó a las terrazas en cuestión de minutos. En una de estas terrazas se podía leer: “L’hostaleria no és el virus. La responsabilitat és de tots!” El sector, muy tocado con tres confinamientos en un año, se las ingenia como puede para atraer clientes y en un establecimiento hasta se promociona un vermut infantil para que las familias con niños se sienten a tomar el aperitivo. El vermut infantil, por cierto, incluye un surtido de ositos de gominola. Es cuestión de renovarse o morir.

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